Cartas ... 7 Septiembre 2022

Abajo los Hacedores de reyes y el nacionalismo
Uno de los últimos días de mis vacaciones de verano, fuimos a ver el documental de Lauren Greenfield 2019; The Kingmaker.  Aprendimos sobre el legado de la infame familia Marcos, quienes aterrorizaron a la clase trabajadora de Filipinas a finales de la década de 1960 hasta mediados de 1980s.  Bongbong, hijo de Ferdinand Marcos, siguiendo los pasos de su aberrante padre, ayudo a su madre Imelda en su campaña por la presidencia en 2016, intentando recuperar el poder de la familia.  Después que su oponente Maria Leonor Robledo ganara, a la Trump, Bongbong rechazo los resultados, en vano. 

Entre las entrevistas del director a varias figuras políticas, a Imelda Marcos, y trabajadores, me quede pensando en la devastación que la familia marcos y su sequito (incluyendo el aparato estatal) desataron sobre los filipinos.  La desinformación a través de las redes sociales, el remplazo de la historia y reversión del sistema educativo, aunado al culto a las personalidades, justificando el terror de estado que se cometía contra las comunidades.  Instintivamente reconocí las mismas tectitas que la clase dominante utiliza en EE.UU. concluyendo que la cruel realidad que viven en Filipinas hoy, podría ser el futuro de EE.UU. mientras los trabajadores sigan luchando por las débiles reformas que ocultan el verdadero cambio necesario.

Después de la película, tuvimos una discusión que me impacto.  Muchos trabajadores filipinos hablaron de su experiencia de confrontar el trauma intergeneracional y la falta de orgullo de la patria por el horrible gobierno.  Una persona expresó su frustración de que en Filipinas no exista ningún medio de prensa confiable.  Siguieron describiendo el racismo que experimentan de filipinos y no filipinos.  Hablaron sobre un viaje a Nueva York, amargado por la respuesta antagónica de los trabajadores en las tiendas filipinas, quienes usaban el mismo lenguaje que el gobierno filipino.  Es claro que los limites culturales aislaron a esta persona de quienes son sus similares, ya que, para todos, un enemigo común son los Marcos, Trumps, y Bidens del mundo.  

La gente también hablo sobre la ley marcial [toque de queda, estado de excepción] dictaminado por Ferdinand Marcos, permitiendo que la administración gobernara con puño de acero cimentándolo como dictador por 14 años.  También aprendí las causas por las que la población filipina es tan grande en EE.UU.   Fue debido a las complejas e insidiosas relaciones entre EE.UU. y Filipinas, que dejo a los trabajadores de Filipinas alienados y resentidos.  

Hable de mi experiencia de tratar de expandir mi perspectiva y análisis de la opresión sistémica más allá de mi comunidad, hacia la clase trabajadora internacional y encontrar que un partido organizado antirracista, anti-sexista y comunistas es necesario para acabar con la elite corrupta.  Después, contacté con algunas personas, hablándoles de mi trabajo dentro de la coalición en Baltimore de Miércoles de West, que lucha por hacer responsables a la policía por los asesinatos cometidos y les describí al Partido Laboral Progresista.  Quiero mantenerme en contacto y tratar de construir más conciencia de clases entre los organizadores.

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Top Gun: Maverick, herramienta de reclutamiento
Según un artículo reciente de William Koehler en MovieWeb, las películas que desean acceder a los portaaviones, los aviones de combate y los pilotos calificados deben obtener la aprobación del Departamento de Defensa (DOD). En la primera entrega de Top Gun en 1986, “la marina estadounidense vio un 500 por ciento de aumento en el número de personas que se unen para ser aviadores navales”. Incluso tenían cabinas de reclutamiento de la Marina y Fuerza Aérea en algunos cines que mostraban las películas. El DOD también tiene la última palabra sobre el guión, por lo que si no es pro-milicia EE.UU., no entra en la película. Top Gun: Maverick se concentra en una misión de combate para destruir un objetivo enemigo, una instalación nuclear iraní. La película asume que el gobierno de los EE. UU. y su ejército están haciendo lo correcto porque no hay discusión sobre las ramificaciones de aspectos políticos o históricos. Glorifica a los militares y a “los mejores pilotos del mundo”, quienes defenderán el imperialismo estadounidense cueste lo que cueste. Las películas de propaganda como Top Gun influyen en los jóvenes para que se unan a la fuerza militar para hacer algo heróico. Las máquinas de matar de alta tecnología se utilizan para hacer que la guerra se vea “genial”. Pero la realidad es muy diferente. La realidad es que los patrones usan a los militares para matar a nuestras hermanas y hermanos en todo el mundo para asegurar sus ganancias sanguinarias. Debemos dejar en claro que los patrones usan el entretenimiento para armar sus objetivos imperialistas a expensa nuestra. ¡Construyamos una alternativa comunista, únete al PLP!

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Estados Unidos debilitado y desesperado por el viejo orden mundial
“La economía de Estados Unidos se basa en las ganancias del control de un imperio de más de 750 bases militares en más de 100 países y un presupuesto militar que eclipsa a todos los demás países (12 veces más grande que el de Rusia). Proporciona el 80 por ciento de las exportaciones de armas del mundo, incluyendo el entrenamiento militar a 40 de los gobiernos más opresores y anti-democráticos del mundo”. (Jeff Cohen, Veteranos por la Paz, verano 22)

El propósito de la gira por el Sudeste Asiático de Nancy Pelosi y el reciente mensaje “te respaldamos” a Taiwán (ver editorial, página 2) es prometer protección contra China y seguridad por más de mil millones de dólares en ventas de armas y entrenamiento militar, no solo a Taiwán sino también a Japón, Australia y Corea del Sur para establecer un bloque imperialista del Sudeste Asiático y así oponerse a la expansión económica china, justo cuando el bloque imperialista de la OTAN pretende evitar la expansión de Rusia en Europa.

La reciente visita de Joe Biden a Arabia Saudita tuvo más que ver con las ganancias multimillonarias de las ventas de sistemas de misiles y aviones de combate de Raytheon y Boeing para proteger los intereses petroleros de Estados Unidos en el Medio Oriente, que con cualquier aumento en la producción de petróleo.

Cuando los imperialistas estadounidenses gritan sobre el regreso al “orden mundial” y la “democracia”, se refieren al regreso del gobierno del imperio estadounidense. La avalancha mediática de viejas y nuevas películas de guerra de EE. UU. y cómo el bombardeo atómico de Japón salvó a EE. UU. son propaganda militar. La presencia militar y la bandera nacionalista ondeando en todos los eventos son en realidad demandas de que se derrame sangre obrera una vez más para derrotar a los competidores en contra del capitalismo estadounidenses. Sin embargo, creo que la clase obrera mundial puede convertir la próxima guerra de ganancias imperialista en una guerra de clases por un sistema comunista de igualdad y poder obrero que aplastará al capitalismo racista. ¡Únete al PLP!
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