Escuela de cuadros: comprender y poseer las ideas comunistas

CHICAGO, 15 de agosto—Las ideas comunistas pertenecen a la clase trabajadora, no a unas pocas personas especiales. Nuestro colectivo local celebró una escuela de cuadros comunistas este fin de semana para fortalecer nuestro entendimiento político y unidad organizativa. Más de una docena de miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) y amigos cercanos se reunieron durante dos días para socializar, participar en una rica discusión política y compartir responsabilidades colectivas como la preparación de alimentos y la limpieza.
Las escuelas de cuadros son una de las principales formas en que el Partido desarrolla comunistas de masas, guiado por una comprensión dialéctica materialista (científica) de la historia y la experiencia colectiva del Partido. Sin una evaluación y unas luchas periódicas, la línea política que guía nuestro trabajo puede correr el riesgo de estancarse y diluirse. Al discutir los aspectos claves del análisis político del Partido, alcanzamos un nivel más alto de comprensión que nos permite ser luchadores más agudos por la revolución comunista y la clase trabajadora internacional.
Los tres temas políticos principales que cubrimos durante el fin de semana fueron:

Nacionalismo, un arma utilizada para dividir nuestra clase. No existe el nacionalismo revolucionario o progresista. Cualquier idea que dependa de tratar a un grupo de trabajadores como especial sobre otro grupo de trabajadores socava nuestro interés inherente en el internacionalismo. Para obtener más información, consulte el documento del PLP, “Los revolucionarios deben luchar contra el nacionalismo”.
Centralismo democrático, la forma en que se toman las decisiones en interés de toda la clase trabajadora. Es la mejor expresión de la mayor libertad para la clase trabajadora del mundo, y es la mejor forma de relaciones humanas: llegar a un acuerdo y apegarse a él. Para obtener más información, consulte el documento del PLP, “Por la Economía Comunista y el Poder Comunista”.
Violencia revolucionaria, una necesidad para abolir el capitalismo. Bajo este sistema, “no violencia” significa que la clase trabajadora acepta la violencia del estado y no se le permite tomar represalias. Estamos en contra de la violencia individualista. No podemos destruir el capitalismo y liberar a nuestra clase sin una revolución violenta organizada. Véase el documento del PLP, “Reforma y revolución” y “Estado y revolución” de Lenin. Todos los documentos del PLP se encuentran en www.plp.org en la columna “Documentos clave”.
Nuestras opciones de discusión fueron guiadas directamente por nuestras conversaciones y trabajo político en los últimos meses con nuevos miembros del Partido y amigos cercanos. Mientras que el capitalismo se basa en la ignorancia y la complacencia, el PLP confía en que los trabajadores pueden ganarse al más alto nivel de comprensión y compromiso. Necesitamos que todos se apropien de estas ideas y luchen por hacerlas realidad.

Aquí hay cuatro impresiones del fin de semana:
“Como alguien que ha estado en el Partido toda mi vida, unirme parecía un paso fácil de dar. Pero después de asistir a algunas reuniones y unirme a un club de lectura, me di cuenta de que tenía muchas preguntas sobre qué es y qué hace el Partido. ¿Cómo se toman las decisiones? ¿Cómo está estructurado el Partido? La escuela de cuadros hizo un gran trabajo al comenzar a responder estas preguntas y le brinda una buena base para comenzar a ayudarlo a sentirse más seguro de participar en el Partido “.    
“He sido parte del PLP durante más de un año y esta fue mi primera escuela de cuadros. No sabía qué esperar al entrar ... fue una experiencia muy necesaria. No solo pudimos profundizar y discutir temas, sino que también pudimos construir unidad y camaradería dentro de nuestro partido a través de estas discusiones. No importaba si has sido miembro del PLP durante 20 años o 2 meses, tu voz y tus opiniones fueron escuchadas y eso es algo que siempre aprecio del Partido Laboral Progresista. En general, la escuela de cuadros me brindó las herramientas para convertirme en un mejor comunista y miembro del Partido y estoy ansioso por tomar mis aprendizajes y difundirlos dentro de mi comunidad”.
“No estaba seguro de qué esperar con mi primera escuela de cuadros. Las discusiones en otros entornos pueden ser impredecibles. Sin embargo, el grupo no tardó en involucrarse en las discusiones. El término escuela parece incorrecto porque no solo estábamos sentados tomando notas, sino teniendo conversaciones desafiantes y trabajando juntos para comprender mejor el tema. La escuela de cuadros fue un lugar abierto para que todos pudiéramos compartir nuestros pensamientos y participar. He aprendido mucho de los facilitadores, pero también de mis otros compañeros y tengo una nueva apreciación por tener un espacio donde todos podamos hablar en persona y trabajar juntos para formular nuestras ideas”.
“La reciente escuela de cuadros demostró que nuestras interacciones políticas y sociales con nuevos y potenciales camaradas continúan mucho después del evento. La camaradería durante nuestro tiempo juntos fortaleció las relaciones existentes en nuestro colectivo local. Demostró que nuestra línea y dedicación al Partido está más allá del colectivo con el que interactúan más típicamente. Los cuadros que asistieron continúan las conversaciones iniciadas allí y están planteando las luchas que sucedieron. Además, nuestro trabajo masivo que involucra a los que estuvieron presentes puede verse afectado y aumentado positivamente. Las discusiones también ayudaron a renovar la participación política de los compañeros existentes, que siempre es necesaria”.

El líder comunista chino Mao Zedong dijo: “Debemos controlar nuestra complacencia y criticar constantemente nuestras deficiencias, al igual que debemos lavarnos la cara o barrer el piso todos los días para quitar la suciedad y mantenerlos limpios”. Las escuelas de cuadros y la lucha activa construyen comunistas más fuertes y un PLP más fuerte.