Las Reformas No Pararan Al Capitalismo Asesinatos En Las Minas

MONTCOAL, W. VA., Abril 8 — No hay mejor manera de demostrar que las reformas no funcionan que los asesinatos de 29 mineros en la mina Upper Big Branch (UBB) de Massey Energy aquí.  Las palabras de Obama y su ministro del trabajo, del senador del estado Jay Rockefeller, y el congresista demócrata de este distrito, de todos los oficiales que cuidan la “seguridad” en las minas, y del ejecutivo de la compañía, Donald Blankenship, están lleno de hipocresía.  Sus “lloriqueos” por los mineros muertos están mas huecos que cualquier otra cosa que los sirvientes políticos del capitalismo puedan decir.

Desde 1900, 104,000 mineros han muerto en las minas de este país. (NY Times, 6/4)Se han pasado leyes, se han instituido regulaciones, reglas de “seguridad”, se les ha multado y aun continúan las muertes.  Esta ha sido la mayor cantidad de muertes en la mina UBB del último cuarto de siglo.  Los voceros de la clase dominante le llaman a estos “accidentes trágicos”.  Pero NO son “accidentes”.  Si la seguridad de trabajadores fuera mas importante que las ganancias –lo cual es imposible bajo el capitalismo – no habría “accidentes”. El administrador de la Seguridad Federal Minera,  Kevin Strickland  admitió que, “Todas las explosiones pueden prevenirse.  Nada mas tenemos que asegurar de tener resguardos para que no pasen.” NYT, 7/4).

Pero según un memo interno enviado por el patrón Blankeship a sus capataces en las minas, esos “resguardos” son los últimos en usarse.  Sus instrucciones eran “la producción de carbón es primero. ‘Este memo es necesario solo porque parece que no entienden que es el carbón que paga las cuentas’”. (NYT, 6/4) Además, “Si a alguno de ustedes se les ha pedido que hagan algo mas que producir carbón…ignórenlo y produzcan carbón.”(NYT, 7/4)

Bajo este dictado, los mineros que trabajan para Massey Energy – una compañía de $3.8 mil millones de capital activo – producían $200 millones en ganancias netas en los 18 meses desde julio del 2008 hasta diciembre del 2009.  El hecho que el gobierno patronal cito a Massee Energy por 1,342 violaciones de seguridad desde el 2005, 458 el año pasado, 122 desde enero de esta año, 53 de ellas desde marzo y dos mas después de la explosión,  no le quita el sueno a Blankenship.  “Las violaciones son …una parte normal del proceso minero”, se jacto. “Existen violaciones en todas las minas de América”. (NYT, 7/4)

Fue una de esas “violaciones normales” que mato a dos mineros en una subsidiaria de Massey, Arcoma Coal Co., en el 2006.  Los mineros no pudieron escapar un fuego y murieron sofocados porque la compañía no había reemplazado controles de ventilación que había quitado dentro de la mina.  Poco después Massey se declaro culpable de diez cargos criminales, pero las muertes aun continúan.  Aun la multa de $2.5 millones no significa nada para una compañía con casi $4 mil millones de capital activo.  Las familias de los mineros saben en donde están las prioridades de Massey.  Cuando el patrón Blankenship, protegido por docenas de policías, estaba tratando de hablar a la multitud sobre las muertes “la gente le gritaba por estar mas preocupado por las ganancias que la vida de los…y…que el era el culpable [de las muertes].” (NYT,7/4)  En los últimos dos meses la mina UBB ha sido evacuado tres veces por los “peligrosos niveles de gas metano”, que – junto con la acumulación del polvo de carbón - aparentemente fueron la causa de la violenta explosión que asesinó a estos 29 mineros.  Hace tres meses Massey fue citada por que su sistema de aire fresco fluía por el camino equivocado cerca de dos rutas de escape. (Associated Press 6/4)

Mientras la Seguridad Minera federal y la Administración de la Salud y Seguridad siga citando a Massey y otros dueños de minas con miles de violaciones,  los patrones seguirán pagando migajas en multas (promedio de $3,700 por cada trabajador muerto) como parte de el “costo de los negocios” y le pasaran la cuenta a los consumidores.  Y aunque el Congreso “reviso” las regulaciones federales mineras en el 2006, “La información Federal minera indica que solo una de diez minas subterráneas en todo el país se acatan a los requerimientos de la ley.”(NYT 8/4)

Obama envió sus “condolencias” a lo que llamo un “trágico accidente”; el congresista de este distrito Rahall puede cacarear que “algo se tiene que hacer”; el ministro del trabajo hasta puede admitir que estos mineros “murieron sin necesidad” y decir que “la mejor manera de honrarlos es hacer nuestro trabajo.” Pero al parecer ese “trabajo” es hacerse de la vista gorda con patrones como Massey.

Ninguno de estos politiqueros, ni sus agencias de “seguridad” ni sus leyes o regulaciones parecen parar a ejecutivos como Blankenship que acumulan cientos de millones en ganancias ignorando las regulaciones y pagando miserables multas. (Tampoco lo paro de donar $1 millón al racista Tea Party, durante la celebración del día del trabajo aquí)

A principios de la Revolución Rusa, uno de los primeros cambios instituido por los Soviéticos fue la de darle a los mineros un día laboral de 6 horas cinco días a la semana, con acceso a servicio de salud y 5-6 semanas de vacaciones en Crimea. (UBB ordeno a los mineros trabajar 12 horas diarias)

Las “reformas” que gobiernan la industria minera simplemente permiten que los dueños puedan asesinar a mineros.  Todos los días mueren tres mineros de “pulmón negro” adquirido por años de trabajo en las peligrosas minas.  La única manera de acabar con esta carnicería seria que los mineros controlen las minas, para que la seguridad sea lo primero.  Y eso solo puede ocurrir cuando una revolución de los trabajadores liderada por comunistas derroque a los chupasangre.  Por eso lucha el PLP.