Jubilados listos Receta: erradicar todo el maldito sistema

Nueva York, 14/2—A pesar del clima extremadamente frío, 200 trabajadores municipales jubilados de la ciudad de Nueva York se manifestaron hoy contra la privatización de su seguro de salud impulsada por las ganancias. Orador tras orador criticaron el cambio de Medicare tradicional administrado por el gobierno a un plan Medicare (des) Advantage con fines de lucro administrado por compañías de seguros. La mayoría expresó su apoyo a Medicare universal de pagador único, un plan gubernamental sin intermediarios de compañías de seguros que absorban ganancias.

Luchar contra este último ataque de los jefes a nuestra salud es algo bueno. Refleja la ira de los jubilados por este primer disparo inicial en la reducción de la cobertura de salud. El Partido Laborista Progresista (PLP) señala que todo el sistema de salud está impulsado por prácticas capitalistas. Desde las prácticas médicas hasta los hospitales, los laboratorios y la industria farmacéutica, el afán de lucro dirige el sistema.

Si nos tomamos en serio la optimización de nuestra salud colectiva, tenemos que luchar para construir el PLP internacional de masas y la lucha por la revolución comunista. Sólo en un sistema comunista, dirigido por y para la clase obrera, puede haber una vida sana con menos estrés y alienación. Habrá oportunidades para el ejercicio y una dieta saludable. La atención médica de calidad se proporcionará por igual a todos en función únicamente de las necesidades.

Sociedad desigual racista = Atención médica desigual racista
Hasta ahora, entre 45.000 y 50.000 jubilados han optado por no participar en este nuevo plan. Han elegido, bajo coacción, pagar alrededor de $ 2.300 por persona por año para mantener el plan que tienen hoy. Aquellos que han tomado esta decisión son principalmente trabajadores blancos de mayores ingresos. Los jubilados de bajos ingresos, principalmente negros y latinos, se verán efectivamente obligados a participar en el nuevo plan siempre y cuando entre en vigor.

El racismo también significa que los patrones de vida segregados continúan significando un acceso más difícil a instalaciones de salud de calidad que generalmente no se encuentran en vecindarios predominantemente negros y latinos de clase trabajadora. La pandemia de coronavirus en menos de dos años redujo tres años de esperanza de vida de los trabajadores negros y latinos en los Estados Unidos (NYT, 21/7/21).

Pero en última instancia, el racismo y las desigualdades racistas arrastran los estándares en todos los ámbitos para garantizar que la mayoría de los trabajadores reciban una atención médica inadecuada, como lo demuestra la disminución de la esperanza de vida de los trabajadores blancos también. Necesitamos reconocer el racismo como el principal ataque del capitalismo contra la clase trabajadora, y luchar por la unidad multirracial y el Partido como nuestras armas más fuertes para contraatacar.

No confíes en los políticos, los tribunales o el capitalismo
Pedirle al recién elegido alcalde, el ex capitán de policía negro Eric Adams, que tenga un corazón en el Día de San Valentín es un ejemplo de pensamiento ilusorio y equivocado por parte de los organizadores liberales de la manifestación. El gran jefe fascista Adams ya ha mostrado de qué lado está. Una de sus primeras acciones fue cortar todos los servicios de la ciudad, excepto la policía y las correcciones. La Comisión de Presupuesto ciudadano patrocinada por las corporaciones calificó estos planes como “pasos iniciales importantes, bienvenidos y refrescantes en la dirección correcta (NYT, 16/2).

El caso judicial iniciado por los jubilados de base ha retrasado el plan de privatización, pero es poco probable que logre evitar que entre en vigor en algún momento. Es poco probable que el tribunal se oponga a la tendencia hacia la privatización de Medicare. En todo Estados Unidos, los beneficios de salud para jubilados se están trasladando de Medicare administrado públicamente a planes (des) Advantage de Medicare administrados por privados que dirigen las ganancias a las compañías de seguros vinculadas a los capitalistas financieros. El 42 por ciento de todos los afiliados a Medicare están ahora en tales planes (des) Advantage (grupo Chatis, 21/2). Eso es la asombrosa cifra de 28,5 millones de personas y creciendo (Axios, 22/1).

Los trabajadores jubilados de la ciudad de Nueva York han demostrado durante el último año que no verán este ataque racista sin defenderse. Como decimos, estamos jubilados pero no hemos caducado. Aprendiendo lecciones en esta lucha, ¡podemos ayudar a construir el movimiento para la revolución comunista!