Cartas ... 2 de febrero 2022

Los estudiantes eligen luchar en vez de la asistencia
Desde el comienzo de este año escolar, no hemos sido extranjeros a las bajas tasas de asistencia, los protocolos de distanciamiento social y los horarios inconsistentes. A pesar de todas las deficiencias, todos en el edificio superaron un año extraño. Justo antes de las vacaciones de invierno, todo estaba como la última vez que las escuelas se volvieron remotas. Las aulas estaban prácticamente vacías y los casos confirmados de Covid-19 dentro de la escuela aumentaban a un ritmo alarmante. Sin embargo, unos días después del Año Nuevo, volvimos a la falta de cambios. Nada para proteger a la escuela de la nueva variante.
     Entiendo por qué la ciudad, la facultad de la escuela e incluso algunos estudiantes preferirían permanecer en persona. Pero permanecemos abiertos a pesar de que es perjudicial para la salud de todos en el edificio. La mayoría de mis compañeros de clase y maestros se han enfermado por el virus. Las clases carecen de maestros suplentes ya que la escuela tiene muy poco personal para reemplazar a los que están en cuarentena. La duración de esta pandemia, combinada con la falta de agencia que los estudiantes sintieron, realmente trajo una sensación de desesperanza en el alumnado. La huelga estudiantil fue el resultado de nuestros sentimientos reprimidos.
     El día de la huelga, recuerdo haber preguntado a los estudiantes que no planeaban participar en el evento por qué. ¿Por qué eligieron quedarse? En general, las respuestas se refirieron a no querer perder un examen o desconfiar de la desaprobación de un maestro. Entiendo por qué tomaron esa decisión. Después de todo, también es la misma razón por la que escribo esta carta de forma anónima. Pero, ¿por qué necesitamos usar actos de desobediencia civil solo para hacer oír nuestra voz? No deberíamos necesitar arriesgar nuestra educación y nuestro futuro solo para ser escuchados. Somos más que nuestros registros de asistencia y cartas de aceptación, maldita sea, pero ¿cuándo vamos a actuar como tal?
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Patrones de MTA culpables de muerte en metro
Un joven trabajador latino perdió la vida recientemente en un accidente, mientras intentaba “saltar” los torniquetes en una estación de metro en Queens. Los medios de comunicación de los jefes han compartido un espantoso video de vigilancia del incidente, que también se ha vuelto viral. Si bien aparentemente estaba intoxicado en ese momento, varios comentarios en línea sugieren que se lo merecía por “golpear la tarifa”.
     El político de Ohio (y apologista del fascismo) Jim Trakas, por ejemplo, escribió con disgusto en respuesta a un tuit del New York Post sobre la historia: “Los Premios Darwin reclaman su primer vencedor de 2022. Murió haciendo lo que amaba: robarle a los demás”.
     Estos comentarios (y muchos más que no es necesario repetir aquí) muestran cómo los patrones trabajan horas extras para convencer a los trabajadores de que los verdaderos ladrones son otros trabajadores y que ellos son los responsables de que el metro esté en tan mal estado.
     Va junto con el estribillo de que “si pueden permitirse el lujo de tener [inserte un artículo elegante aquí], pueden pagar los $ 2.75 para viajar en el tren”.
     La realidad es que los jefes racistas de la MTA (Autoridad Metropolitana de Transporte) tienen una deuda de al menos $ 35 mil millones más con sus amos de Wall Street (AMNY, 13/10/20). Por eso necesitan seguir recortando el servicio a muchos barrios de clase trabajadora. Menos dinero para contratar trabajadores y más dinero para los capitalistas financieros de Wall Street. Entonces, incluso si cada persona pagara la tarifa, no afectaría la mejora de nada.
     Pero, por supuesto, la clase dominante necesita crear cocos a los que culpar por sus deficiencias. ¿Qué mejor manera de hacerlo que enfrentando a los trabajadores entre sí?
     Además, muchos trabajadores tienen dificultades para pagar la tarifa y equilibrar otras responsabilidades financieras críticas en sus vidas. Si bien la ciudad tiene un programa de tarifas para supuestamente ayudar a estas personas, el exalcalde Bill DeBlasio recortó $65 millones del programa en 2020, usando la reducción del número de pasajeros por la pandemia como excusa.
     Estos recortes dejaron a los llamados trabajadores “esenciales”, que no podían trabajar desde casa, luchando para pagar su viaje a sus trabajos. Muchos de ellos son negros y latinos, ya que el racismo vuelve a asomar su fea cabeza.
     El metro, al igual que los hospitales y los cuerpos de bomberos, brinda un servicio esencial para millones de trabajadores de la ciudad, cuyos impuestos ya pagan los trenes y autobuses. No es culpa de los trabajadores que el dinero se destine a la guerra imperialista, dejando que nuestra infraestructura se pudra.
     ¡Ningún trabajador merece morir solo porque no pagó una tarifa para usar los trenes! El transporte público debería ser completamente gratuito. Bajo un mundo comunista, eso sería una realidad, una que no puede llegar lo suficientemente pronto.
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Rojo en la radio desenmascara la democracia
Hice la siguiente declaración en el programa de entrevistas laborales de Rick Smith en la radio WBAI que se transmite los sábados a las 6 p. m.
     “Hola Rick, me gustaría dar una perspectiva histórica de la insurrección del Capitolio del 6 de enero. Todos los demócratas y republicanos dicen que quieren salvar la democracia, un sistema que se originó en el imperio griego que presentaba una proporción de 40 esclavos por cada hombre libre. Siguiendo el ejemplo de la democracia griega, la constitución estadounidense otorgó poder de voto solo a los propietarios de esclavos y capitalistas, mientras restringía el voto a los trabajadores, esclavos, mujeres, indígenas e inmigrantes. La historia de Estados Unidos incluye cientos de insurrecciones racistas para aplastar a la clase trabajadora negra y evitar la unidad racial. Comunidades enteras fueron quemadas hasta los cimientos.
     Los demócratas representan el imperio estadounidense de capitalistas financieros e imperialistas que se benefician de guerras interminables que consumen la mayoría de nuestros impuestos. Los republicanos representan a los capitalistas domésticos de “America First” que no quieren apoyar los costos fiscales del imperio de los EE. UU. Se han aliado con los insurrectos racistas que estaban compuestos por más del 50 por ciento de dueños de negocios y un 10 por ciento de militares dedicados a recuperar su país y restaurar la supremacía blanca.
     Los 20 millones de manifestantes de todas las razas que marcharon contra los asesinatos policiales y por la igualdad el año pasado no tienen ningún interés en la lucha de los capitalistas por el poder. La creciente ola de huelgas y rebeliones nacionales e internacionales son las voces mundiales de una clase trabajadora en ascenso, capaz de formar un partido de trabajadores para acabar con la desigualdad racista capitalista y las guerras interminables. Toda la historia es de lucha de clases y los trabajadores de hoy deben decidir de qué lado están”.
     Todo el comunicado se permitió al aire y el conductor se refirió a él varias veces durante el resto del programa. La razón es que hay una audiencia para muchas de estas ideas.
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