El Capitalismo Destruye Vidas de Trabajadores de la India

Un informe publicado recientemente por el Centro para los Derechos Humanos y Justicia Global (Cada Treinta Minutos, 2011) reveló que los agricultores en la India se están suicidando a un ritmo de uno cada treinta minutos.
Durante los últimos dieciséis años, más de un cuarto de millón de agricultores en la India se han suicidado: una tragedia causada por la deuda sin fin con la agroindustria de EE.UU. Compañías como Monsanto someten a miles de agricultores a esta deuda mortal.
El FMI y el Banco Mundial, instituciones controladas por los imperialistas de EE.UU. y Europa, han obligado a la liberalización del mercado en la India, eliminando los subsidios y préstamos respaldados por el gobierno a los agricultores. La introducción de la agroindustria estadounidense, en particular Monsanto, en la región ha obligado a  muchos campesinos a depender de semillas y fertilizantes que son mucho más caros que las variedades locales.
Este imperialismo económico ha reducido a la mayoría de los agricultores en la India a la  pobreza, recibiendo sólo $ 250 por un año entero de trabajo. Muchos de los que se han suicidado profundizaron su deuda por el consumo de plaguicidas caros. Estas víctimas del capitalismo han dejado notas al suicidarse dirigidas al Ministro de la India implorando ayuda.
Pero como todos los capitalistas son leales únicamente a sus ganancias, el gobierno indio ha seguido aplicando las reformas asesinas. Este episodio refleja la criminal historia del imperialismo occidental en la India empapada de sangre de la clase trabajadora.
Cuando los imperialistas británicos llegaron a la India en el siglo 18 se dieron cuenta de la inmensa riqueza de la región. En 1757 un británico describió Dacca, en Bengala como “extensa, poblada y rica como la ciudad de Londres” Otro observador describió la región como “una tierra maravillosa cuya riqueza y abundancia, ni la guerra, la peste, o la opresión podrían destruir” Un informe de 1918 de la Comisión Industrial de la Corona Británica señaló que “la industria en la India era mucho más avanzada que la de Occidente hasta el advenimiento de la revolución industrial”
Con la declaración oficial de Gran Bretaña de su dominio sobre la India en 1793 todo cambió. La industria de la India fue destruida de manera sistemática, una parte fue llevada a Gran Bretaña. En 1840 la población de Dacca disminuyó de 150.000 a 30.000. En 1835 un funcionario británico en la India, escribió, “La miseria aquí difícilmente encuentra un paralelo en la historia del comercio. Los huesos de los tejedores de algodón blanquean las llanuras de la India” En los últimos años del control imperial británico las condiciones empeoraron. Entre 1881 y 1939 la esperanza de vida cayó en la India de 30 años a tan sólo 23 años.
Esta historia asesina del imperialismo en la India hizo eco en los trabajadores en ese lugar para que se unieran al movimiento comunista y de hecho, líderes comunistas como Rajani Palme Dutt se formaron en la India. Los trabajadores de la India tienen un gran legado de lucha contra el imperialismo, pero si mantienen la esperanza de aplastar la amenaza imperialista que ha masacrado a la India por más de 200 años, necesitan unir sus fuerzas con el Partido Comunista Revolucionario, el PLP. Sólo los trabajadores unidos bajo la bandera del comunismo pueden destruir el capitalismo y su sistema racista, imperialista y asesino de una vez y para siempre.