Lideres Del Plp Guían Cientos A Desafiar La Policía

LOS ANGELES, 30 de noviembre — Más de dos mil trabajadores se congregaron frente a la Alcaldía de Los Ángeles, la noche del domingo, para enfrentar el desalojo policiaco del campamento Ocupar. El PLP movilizó a un grupo de alrededor de 20 estudiantes y trabajadores para mostrar solidaridad y ayudar a organizar la defensa del campamento. En horas previas a la fecha límite, el grupo de PLP distribuyó un centenar de DESAFIOS y organizó una línea de piquete cantando “los trabajadores unidos jamás serán vencidos” y “las calles son nuestras calles.”A medida que se acercaba la medianoche, el PLP dirigió la línea de piquete ocupando la calle y desafiando a la policía, quien pidió al miembro del PLP que dirigía las consignas con el megáfono, volver a la acera. Al transcurrir el tiempo, lo que era un piquete relativamente pequeño creció a varios cientos de manifestantes que ocuparon la intersección de la calle del lado principal del campamento Ocupar, en el jardín sur del Ayuntamiento.
Muchos esperaban un enfrentamiento con la policía de Los Ángeles (LAPD)la noche del domingo, sin embargo, no fue sino hasta la noche siguiente, cuando 1400 policías irrumpieron en el campamento cuando solo se encontraban unos doscientos ocupantes. La policía, bajo las órdenes del alcalde “progresista” de L.A, Antonio Villaraigosa, utilizó técnicas de vigilancia comunitaria para evitar una confrontación con los ocupantes. Parte del plan incluyó la preselección de los medios de comunicación a los que se les permitió participar. Esto era importante para LAPD y el alcalde, porque estaban interesados ​​en no dejar que los medios cubrieran la brutalidad policíaca en la detención violenta de los ocupantes quienes se negaron a abandonar el campamento. Los medios de comunicación no hicieron mención de las escaramuzas entre policías racistas y manifestantes en las calles aledañas al Ayuntamiento quienes trataron de interrumpir la operación policial.
Los medios de comunicación glorificaron la operación militar del LAPD para desmantelar el campamento. Además de la movilización de más de mil policías, LAPD estableció su comando y centro de procesamiento en el estadio de béisbol de los Dodger para fichar a los posibles detenidos. También utilizaron decenas de autobuses del transito metropolitano para transportar cerca de 300 ocupantes arrestados. Al día siguiente, el alcalde Villaraigosa celebró la eficacia de su operación fascista alabando el comportamiento policiaco.
A pesar del desmantelamiento del campamento Ocupar, la participación del PLP en las noches de la operación policíaca mostró como una organización disciplinada tiene el potencial para dirigir luchas masivas y militantes. El siguiente paso es transformar esta militancia en lucha de clases en nuestros lugares de trabajo y en las escuelas en torno a un futuro comunista revolucionario.