Cuentos de la Revolución Cultural No Policias, No Crimen
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Occidente caracteriza a China como un estado policial. Y es verdad, hubo un gran aumento en el número de policías después de las reformas económicas de Deng Xiaoping al principio de los 80, y mucho más aun después de 1989, cuando el gobierno capitalista de estado aplastó brutalmente al movimiento de masas “pro democracia” en la Plaza Tiananmen. De hecho, se podría decir que la presencia policial en China ha crecido en proporción al desarrollo del país como gran potencia capitalista.
Pero hubo un tiempo en que la presencia de la policía China era casi inexistente, específicamente durante la Gran Revolución Cultural Proletaria. Curiosamente, con menos policías, había menos crímenes. Cuando no había policías, no había crímenes. Con una comunidad fuerte y organizada, no hay necesidad ni lugar para la policía en la sociedad.
Durante la Revolución Cultural, había cerca de un millón de personas en mi condado, pero sólo alrededor de treinta oficiales de la policía. Nuestra Comuna de Chengguan incluía cincuenta villas, muchas fábricas, y negocios en las más grandes ciudades del condado. Pero la central de la comuna tenía sólo cinco oficiales de la policía.
Durante este tiempo había cerca de 1,000 personas en mi villa. En la escuela intermedia, mis compañeros venían de siete villas aledañas. En la secundaria estaban representadas todas las cincuenta villas de la comunidad y muchas de las empresas estatales. Durante los diez años de la Revolución Cultural, nunca supe de ninguna actividad criminal en mi villa o en ninguna de las villas aledañas.
Ciertamente, hubo “crímenes”, pero el gobierno de la villa se negó a tratarlos como tales. Los líderes de la villa nunca llamaron a la policía para las investigaciones; nunca castigaron a las personas involucradas como criminales. A través de la mediación, las críticas públicas y la compensación económica, las villas se ocuparon de estos casos sin enviar a nadie a la cárcel. Me acuerdo de cuatro casos que ilustran como nuestras comunidades rurales se ocupaban del crimen. Era superior a cualquier otro modelo que he visto desde entonces.