Un artículo de primera plana en el New York Times (25/10) cita a un "alto funcionario norteamericano", quien en un inusual momento de honestidad dijo: "El petróleo hace correr al mundo, y los saudís son los primeros cuando se trata de producción petrolera". Como DESAFIO ha reportado con frecuencia, las reservas saudís de petróleo y gas son las mayores del mundo y las más baratas de producir. Si el imperialismo pierde eso podría perder su status de tiburón de la bahía imperialista. Las fuerzas que apoyan a bin Laden incluyen una amplia gama de capitalistas muy poderosos dentro de Arabia Saudí, quienes intentan desafiar la dictadura de Exxon Mobil en ese país. La guerra en Afganistán es, entre otras cosas, la primera etapa de un intento de asegurar, a punta de misiles, que el gas y petróleo saudí no caiga en manos de enemigos de EEUU.
Pero si Arabia Saudí sigue siendo el gran premio, eso no es todo. La ley del máximo de ganancias requiere que la clase gobernante de EEUU controle todas las fuentes energéticas importantes y futuras, y aunque las del Golfo Pérsico son las mayores, también la región del Mar Caspio es importante, y por eso es que el imperialismo EEUU necesita tener control de esa área. Un gobierno afgano estable y pro-EEUU son vitales para esa meta. "Afganistán es crucial para el gobierno regional y el transporte de petróleo en el Asia Central igual que Egipto era en el Medio Oriente", escriben George Monbiot, columnista del diario londinés Guardian ("Guerra y Petróleo: El Sueño de EEUU", 23 de oct.).
Hace sólo dos años, el gobierno de Clinton bombardeó a la antigua Yugoslavia, y como recordarán los lectores del DESAFIO, la gran mentira que justificó esta guerra aérea fue la de "protección humanitaria" de los refugiados kosovares. Pero la verdad, como señalamos entonces, fue que la guerra era sobre la consolidación de rutas energéticas controladas por EEUU e Inglaterra. Monbiot confirma eso, describiendo la "gran preocupación" de los gobernantes para "desarrollar el Corredor 8, una zona económica transportando gas y petróleo desde el Caspio hacia Europa".
Crucial para los planes de los patrones petroleros de EEUU-Inglaterra es construir oleoductos en los Balcanes bajo su propio control. La guerra en Yugoslavia fue librada en gran parte para evitar que compañías energéticas rusas se apoderasen de ese negocio. Los imperialistas en Washington y Londres comparten la misma meta en Afganistán ya que ese país tiene una posición clave como una posible ruta de transporte para las exportaciones energéticas de Asia Central hacia el Mar Arábigo.
"La influencia de EEUU y la presencia militar en Afganistán y los Estados de Asia Central, no muy diferente a los ricos Estados petroleros del Golfo Pérsico, serían un gran logro estratégico", según un ex general de la India. ("El Petróleo tras las campañas petroleras de Bush padre e hijo", Ranjit Devrat, servicios Inter Press, 5/10). Pero el petróleo y el gas no tienen valor al menos que puedan ser llevados al mercado. Una ruta a través de Rusia o Azerbaiyán sería una derrota para la meta de los gobernantes de EEUU de evitar que sus rivales rusos tomen una porción de ese pastel. Una ruta a través de Irán daría a los patrones iraníes anti EEUU un poder energético dominante en la región del Golfo Pérsico. Una ruta a través de China costaría demasiado para ser lucrativa, además de la ventaja estratégica que daría a los gobernantes de China, quien representa una gran amenaza a largo plazo para el imperialismo de EEUU.
Pero la ruta a través de Afganistán daría a los patrones de EEUU dos grandes baúles de tesoro: serviría su necesidad de diversificar los suministros energéticos en caso de problemas en su paraíso del Golfo Pérsico; y también los colocarían en la delantera en la carrera por las riquezas energéticas que serán saqueadas en los próximos 20 años, con el mercadeo del petróleo y gas en la India, China, Pakistán y el Sur de Asia, áreas en las cuales la demanda energética aumentan y los competidores son escasos. "El transportar petróleo hacia el sur y venderlo en Pakistán y la India, es más lucrativo que el transportarlo hacia el Oeste y venderlo en Europa". (Monbiot).
Los gobernantes de EEUU asesinan a los trabajadores afganos y piden a los soldados de EEUU que mueran en creciente número para dominar el mercado energético con un valor potencial de billones (millones de millones) de dólares. El imperialismo siempre tapa su codicia con el manto de benevolencia, y siempre pretende defender "la civilización" contra el "barbarismo", Pero los hechos son testarudos. Bush y los demócratas que lo apoyan casi con unanimidad mienten hasta por los poros para hacernos apoyar su guerra.
Cruzada Petrolera de Bush Matará Millones en Afganistán
La guerra petrolera de EEUU en Afganistán se asemeja mucho a la de Vietnam, Kosovo, y todas las otras intervenciones "humanitarias" hechas por el imperialismo USA, ya que mueren muchos civiles por el privilegio de que las bombas de EEUU los "liberen" del Talibán. La pérdida de vidas en los próximos meses será mucho mayor. La guerra aérea ha cortado los suministros energéticos en grandes áreas de Afganistán. Con la llegada del invierno muchos trabajadores morirán debido a todas esas vicisitudes. A pesar del estricto control que el gobierno de EEUU tiene sobre la prensa, que evita dar cubrimiento trágico de lo que ocurre, todos los días aparecen historias sobre los bombardeos "accidentales" de blancos civiles, incluyendo la Cruz Roja en Afganistán, bombardeada dos veces, así como un asilo de ancianos y otros lugares no militares. Para evitar rebeliones en el mundo musulmán, los imperialistas de EEUU necesitan minimizar la publicidad sobre bajas civiles. Pero la naturaleza de la guerra imperialista hace que la matanza de civiles sea inevitable.
Aunque los bombardeos son horrendos, no son nada en comparación a la hambruna masiva impuesta por el imperialismo de EEUU a la clase trabajadora de Afganistán. Antes del 11 de sept., siete a ocho millones de personas estaban al borde de la muerte debido al hambre. Esta atrocidad es el resultado del asesino nuevo "Gran Juego" de la pasada década entre EEUU y la antigua Unión Soviética para ganar a Afganistán como un premio estratégico. Las diferentes agencias internacionales, auspiciadas por diferentes grupos capitalistas para sus propios fines políticos, habían mantenido a algunas de estas personas en una dieta de supervivencia.
Pero el acceso a esos alimentos ya no existe gracias al Pentágono. El diario New York Times (16 de sept.) dijo que EEUU exigió que Pakistán detuviese los convoyes de camiones que llevaban alimentos y otras necesidades a civiles afganos. El programa de Alimentación Mundial de la ONU no reinició sus envíos de alimentos hasta tres semanas después, pero a un nivel bien reducido. Casi ocho millones de afganos ya están al borde de morirse de hambre. El duro invierno, que está por comenzar, evitará hasta la más mínima entrega de alimentos a muchas áreas. La continua guerra aérea reducirá más la tasa de entrega de suministros permitida por los militares norteamericanos, que desde el comienzo era inadecuada.
Para realizar esta batalla "humanitaria" y que Afganistán sirva a las grandes petroleras como Exxon-Mobil, Bush y los demócratas planean en los próximos meses matar de hambre entre tres a cuatro millones de personas, tan sólo en Afganistán. Y eso es sólo una fracción del precio que los imperialistas esperan que la clase trabajadora del mundo pague por las ganancias de los capitalistas petroleros. Este es el verdadero significado de la hipócrita conferencia de prensa dada por Bush donde dijo que había que castigar el "mal" y defender la "vida humana".
El principal fin inmediato de la "guerra contra el terrorismo" es de consolidar el imperio internacional energético de EEUU. El control del petróleo sigue siendo crucial para el dominio mundial por los grandes patrones de EEUU. La ley de hierro del capitalismo--la necesidad del máximo de ganancias--sigue aplicando. La conquista de Afganistán sería un paso crucial para asegurar que las compañías energéticas de EEUU dicten el suministro, transporte y mercadeo del petróleo y el gas desde los Balcanes, a través del Medio Oriente y el Asia Central hasta el Asia Oriental.
Igual que los ataques del 11 de sept., los ataques con ántrax contra los empleados del correo y otros, hacen el juego a los planes patronales. No importa cual sea la identidad de los que envenenan con ántrax, los ataques ayudan a que los patrones cubran la verdadera naturaleza de su guerra petrolera y justifiquen su rápido avance doméstico hacia un estado policíaco. Por el momento, los patrones quizá no están instigando directamente el pánico en torno al ántrax, pero con ayuda de la prensa intentan aprovecharlo para sus planes de terror masivo contra los trabajadores en ultramar y domésticamente. Pero por ahora, su cuento de que son "protectores del pueblo" no los ha cubierto de mucha gloria. El gobierno de Bush ha hecho más para satisfacer a la industria farmacéutica que para convencer a millones de personas que el gobierno de EEUU puede protegerlos del bioterrorismo.
"Mal" por "mal", el imperialismo de EEUU no tiene competencia en la historia mundial. Su agresión contra Afganistán lo mantiene al frente del mundo del mal, creando cientos de miles de nuevos refugiados, bombardeando civiles y amenazando con matar de hambre a millones en el invierno venidero.
A pesar de su aparente fuerza y su capacidad de causar gran sufrimiento y muertes, la guerra del imperialismo de EEUU en Afganistán no va muy bien. Los patrones ya han asesinado mucha gente y asesinarán muchas más. Hasta ahora, esto ha sido su único logro. Los talibanes han probado ser muy hábiles y determinados, y tienen una gran base política. Los intentos de Bush de formar una coalición afgana contra el Talibán se tambalean.
La guerra no puede ser ganada desde el aire, una invasión terrestre promete ser larga y mortífera para muchas tropas norteamericanas. La guerra podría propagarse de manera no esperada por los patrones, y las alianzas entre capitalistas cambiarán. Millones que siguen apoyando el gobierno norteamericano pronto podrían cambiar de opinión cuando empiecen las bajas norteamericanas.
A pesar de lo mucho que Bush y Cía. babean sobre sus "aliados" y la "coalición contra el terrorismo", básicamente el imperialismo norteamericano está solo en esta guerra, con Inglaterra su único verdadero aliado, y hasta Londres tiene sus contradicciones con EEUU, basado en diferentes intereses capitalistas entre petroleras británicas y norteamericanas. Los gobernantes de otros países, grandes y pequeños, han hecho componendas tácticas y menores con el imperialismo de EEUU por el bien de sus futuros logros estratégicos a costa del mismo EEUU. Hasta los rusos, quienes sólo aparentan haber fumado la pipa de la paz con Bush, hacen un cínico juego de ajedrez por sus propias metas de controlar las fuentes energéticas del Asia Central y a la larga, las del Medio Oriente. Lo mismo aplica para los imperialistas de China. Hasta los mejores aliados de EEUU en el mundo musulmán o mantienen su distancia o desafían abiertamente a los deseos de EEUU. A pesar de las apariencias, el aspecto principal de esta guerra es la cada vez más recia rivalidad entre los imperialistas.
Si EEUU pierde este asalto--si no puede establecer su dominio sobre Afganistán--no va a aceptar la derrota y se desesperará más. Si gana, continuará expandiendo su imperio a punta de mísiles y sus rivales necesitarán hacer planes para minar y derrotar a EEUU. De cualquier manera, el carácter del período actual sigue invariable, o sea, es una era de rivalidad inter-imperialista.
La competencia entre los patrones siempre lleva a la guerra. El sistema de ganancias y la paz no hacen mezcla. La historia muestra que la guerra imperialista contiene la semilla de su contrario: la revolución comunista. El viejo movimiento comunista de Lenin, Stalin y Mao probaron que se puede lograr el poder obrero de la carnicería del fascismo y la guerra. Pero las primeras revoluciones hoy han dado paso al capitalismo debido a las concesiones que hicieron a las ideas y fuerzas burguesas. Hoy podemos aprender de los logros de esos gigantes así como de sus errores. Así podemos lograr que surja un futuro brillante y cualitativamente mejor de los días tenebrosos en que vivimos.
Los imperialistas no son omnipotentes, tienen muchas contradicciones internas y pueden ser derrotados. Los imperialistas dependen del terror, soborno, mentiras y en la ilusión de que las cosas no pueden cambiar. Los comunistas dependen en las profundas aspiraciones de nuestra clase internacional--aboliendo la pobreza y las guerras imperialistas--en la verdad, y en el potencial de lucha todavía no logrado que tienen cientos millones de trabajadores por doquier, quienes a la larga pueden hacer lo que sea necesario para cambiar el mundo. La gran tarea de nuestro Partido al formarse los nubarrones de la tormenta es aprender de los trabajadores, soldados y otros cómo llevarles el arma invencible que es la ideología comunista. El PLP ha hecho algunos avances modestos desde el 11 de sept., y podemos avanzar mucho más. La historia y la supervivencia de nuestra clase demanda que realicemos esa tarea.
Por un lado, ni Rusia ni China, que se proyectan como una eventual amenaza al dominio mundial de EEUU, pueden militarmente desafiar frontalmente a EEUU. Ambos necesitan tiempo y campo para maniobrar. Tanto los patrones chinos como los rusos tienen problemas propios con potencialmente desestabilizantes movimientos fundamentalistas islámicos. Los patrones chinos crearon su propio monstruo en Xinjiang, en la frontera con Afganistán, cuando respaldaron los separatistas musulmanes uighur para ayudarle al imperialismo de EEUU en su guerra indirecta de 1979-89 en Afganistán en contra de una Unión Soviética que se desmoronaba. Hoy, el movimiento Uighur se ha convertido en una amenaza al dominio interno de los patrones chinos. EEUU por lo tanto esta haciendo el trabajo sucio de los patrones chinos al intervenir en contra del Talibán, los cuales están políticamente aliados con los separatistas de Uighur.
Lo mismo es cierto de la clase dominante rusa, la cual ha estado peleando su propia guerra con separatistas islámicos en Chechenia, rica en petróleo. Putin y Compañía aparentemente le han dado a Bush una lista larga de concesiones, sin embargo, son puramente tácticas, y pueden fácilmente ser retiradas. También tienen su precio. Incluye créditos y tecnología occidentales y, más que nada, una garantía de parte de EEUU de que el imperialismo ruso ya no va a tener que enfrentar la interferencia de la CIA en Chechenia. Claro, las garantías entre imperialistas sólo son buenas hasta que las rompen, pero eso es exactamente el punto. Todo este amorío es básicamente sólo una serie de maniobras cautelosas entre rivales a muerte. La meta de EEUU de controlar internacionalmente los asuntos militares, políticos y económicos choca con las metas y los intereses de los gobernantes chinos y rusos. Mucho antes de que Bush empezara su guerra petrolera en Afganistán, los militares chinos propugnaban por el "establecimiento y mantenimiento de un nuevo orden de seguridad regional". El pasado junio, China y Rusia, que ya desmilitarizaron la frontera de 4 mil millas que comparten, admitieron a cuatro Republicas de Asia Central a la "organización cooperativa de Shanghai". El líder chino Jiang Zemin identificó su propósito como "para fomentar la multi-dolarización mundial", una frase complicada que significa en realidad desafiando la posición de superpotencia de EEUU (ver George Monbiot, Guardian, 23/10).
Tanto los patrones chinos como los rusos tienen mucho en juego en la futura explotación y transporte de los productos energéticos del Golfo Pérsico y del Mar Caspio. China, como una potencia imperialista en expansión, va necesitar aumentar dramáticamente sus abastecimientos de petróleo y de gas natural durante la próxima generación. Está construyendo una fuerza naval de largo alcance. Rusia no tiene intención alguna de darle en bandeja de plata su botín del Caspio a Exxon Mobil u otras petroleras. La unidad EEUU-Rusia contra los fundamentalistas islámicos es cautelosa e inestable. Si la actual guerra en Afganistán se extiende a Tajikistan y Uzbekistan, "Rusia se verá obligada a intervenir" (Financial Times, 23/10). EEUU ya tiene tropas en Uzbekistan. Por el momento, sin embargo, Putin y sus secuaces están más que felices en dejar que EEUU cargue con la culpa de asesinar masivamente a civiles en Afganistán. De esta manera, los patrones rusos pueden seguir asesinando a decenas de miles en Cecina y usar las atrocidades de EEUU como una cobertura conveniente.
También está de por medio los intereses rusos en Irán e Irak, los dolores de cabeza más grandes del imperialismo de EEUU en el Golfo Pérsico. Las compañías rusas tienen contratos armamentistas con Irán por mil quinientos millones de dólares durante los próximos cinco años, como también planes para construir un reactor nuclear allí por 850 millones de dólares. Las empresas petroleras rusas, juntamente con las francesas y chinas, tienen contratos de miles de millones de dólares dependiendo del petróleo iraquí. Si los imperialistas de EEUU se ven obligados a expandir su actual guerra a Irak, los patrones rusos, franceses y chinos no se cruzaran de brazos. El Financial Times (23/10) cita a un subalterno allegado a Putin diciendo, "No tenemos intenciones de perder [mercado] porque a EEUU no le gusta cierto país".
Sumándose a esta mezcla asesina tenemos a la clase dominante India, la cual tiene una larga rivalidad con Pakistán (un colaborador de EEUU por conveniencia propia, que fácilmente puede convertirse de la noche a la mañana en enemigo). Tanto India como Pakistán tienen armas nucleares al igual que planes claves con respecto al petróleo y gas natural de Asia Central. El petróleo y gas natural de Arabia Saudita sigue siendo el botín más grande de todos, y los gobernantes de EEUU harán lo imposible por mantenerlo. Sin embargo, la familia real Saudí, que es mantenida en el poder por el poderío militar de EEUU, no está cooperando con el Tío Sam. EEUU no ha logrado obligar a los Saudí que bloqueen los fondos económicos de los grupos terroristas anti-EEUU, y los Saudí se han rehusado a darle a los servicios de inteligencia de EEUU los récords policíacos de los 14 secuestradores del 11 de septiembre que eran ciudadanos Sauditas. Como podemos ver, aun los amigotes más íntimos de EEUU están jugando un doble juego, por su propia supervivencia y sus propios intereses mezquinos.
Thomas Friedman, un vocero clave de los intereses del ala liberal de clase dominante de EEUU, se queja "exceptuando a los..... británicos, estamos solos" (New York Times, 26/10). Esta guerra por petróleo en Afganistán tiene potencialmente varios posibles desenlaces. Cada una de las cuales conducirá a una agudización drástica de la rivalidad interimperialista. Cada vez que los conflictos se agudizan entre los imperialistas principales, la amenaza de guerra mundial aumenta. Tomara algunos años en desarrollarse, pero la dirección es clara e irreversible. El capitalismo ofrece sólo oscuridad y muerte al final del túnel. La revolución comunista es la única luz. El PLP juramenta mantenerla viva hoy para que abrase a todo el mundo mañana.
Los imperialistas a menudo sobreestiman su propia fuerza. Hicieron eso en Vietnam, y parece que lo han vuelto a hacer en Afganistán. Hacer planes para acaparar los abastecimientos del petróleo y gas natural y las rutas de entrega desde Kosovo por el Medio Oriente y Afganistán, es una cosa. Ejecutar esos planes, es otra, especialmente cuando requiere conquistar y mantener territorio. No se puede hacer desde el aire. Comparado con los millones de trabajadores y campesinos vietnamitas que hace 30 años pulverizaron el poderío militar estadounidense con la Guerra Popular, el Taliban no es gran cosa. Comparado con las decenas de millones de trabajadores soviéticos que heroicamente aplastaron las huestes bárbaras Nazi durante la Segunda Guerra Mundial, o a los muchos millones de trabajadores y campesinos chinos que aplastaron al imperialismo japonés y luego expulsaron en 1949 al carnicero pro-EEUU de Chiang Kai-Shek, el Taliban es aun menos impresionante. Sin embargo, por el momento por lo menos, el Taliban, una mezcolanza de mal armados capitalistas nacionalistas religiosos, le está dando mucha lata al imperialismo de EEUU.
Los trabajadores de todo el mundo deben de aprender las lecciones correctas de estas primeras etapas de esta guerra. No debemos caer nunca en la trampa de escoger lado cuando los capitalistas se pelean entre sí. La brutalidad del capitalista grande no debe nunca de engañarnos para que nos unamos con el capitalista más chico. Un patrón es un patrón- todos son malvados. Pero además de reconocer las fuerzas clasistas aquí y evadir la trampa del "capitalista menos malo", debemos de ver el dilema de los imperialistas de EEUU en Afganistán como prueba que aunque tienen gran poder y pueden causar daño mortal, no son omnipotentes. Cada una de sus aventuras crea problemas que no pueden solucionar. El dilema de los patrones en Afganistán y el Golfo Pérsico le ofrece a nuestra clase y a nuestro Partido la oportunidad de organizar y crecer. No debemos dejarnos nunca intimidar por la apariencia de su fuerza. Debemos de tomarla en cuenta pero también comprender su creciente debilidad estratégica.
Bush y la prensa culparon a bin Laden (y a Irak), para generar apoyo popular para sus guerras imperialistas en Asia Central y el Medio Oriente, y para pasar la ley "antiterrorista" (similar a leyes pasadas en la Alemania nazi), para crear un estado policíaco fascista. Luego del bombardeo del edificio federal en Oklahoma (en 1995), Clinton y la prensa primero culparon a árabes, arrestando muchos como sospechosos, antes de que se revelara que el culpable fue el ex soldado Timothy McVeigh.
En mayo de este año, Louis Freeh, ex director del FBI, atestiguó ante un comité congresional, diciendo que los terroristas domésticos habían planificado "ataques potencialmente de gran escala y muchas bajas", que incluían explotar un almacenamiento de gas propano en Elk Grove, California, redadas contra armerías de la Guardia Nacional y ataques por grupos de milicias derechistas en diferentes Estados del Sureste de EEUU.
Se recuperaron ántrax y botes de bacteria que causan la peste bubónica, que tenía Larry Wayne Harris, un microbiólogo militante del grupo fascista-racista Nación Aria. Este tipo había colaborado con la ultrarracista Iglesia de Identidad Cristiana, y escribió un libro sobre guerra bacteriológica cuyo "alcance y profundidad de información....lo convierte en un efectivo manual autodidáctico para la destrucción masiva por medio del terrorismo biológico". (Intelligence Report).
Desde enero de 1998 a abril de 2001, ocurrieron 172 reportes falsos de ántrax por todo EEUU, un tercio contra clínicas de abortos. Parte del ántrax enviado recientemente a clínicas de abortos "contenía referencias al Ejercito de Dios, un grupo antiabortos que había endosado la violencia contra las clínicas y médicos pro abortos" reportó William Lutz en el diario newyorkino. Daily News, 18/10.
El diario Washington Post (24/10) reportó que los investigadores "dicen en privado que las correspondencias con ántrax no tienen características de operaciones terroristas de Al Qaeda sino que más bien provienen de fuentes domésticas". El diario NY Post (26/10) reportó que agencias federales creen que "miembros de diferentes grupos de odio que se oponen al gobierno federal...han obtenido ántrax...de diferentes laboratorios basados en EEUU antes de que apareciese por primera vez en la Florida, Washington y Nueva York". El Post también dijo que el FBI analizaba una docena de cartas, "incluyendo algunas que fueron enviadas antes de los ataques contra las Torres Gemelas, y que amenazas de ántrax fueron enviadas a diferentes medios de difusión...todas con mensajes y letras similares a las notas manchadas con gérmenes que han sido enviadas recientemente".
Muchos de los atacados con las cartas recientes manchadas con ántrax--el líder de la mayoría del Senado, Tom Daschle, y periodistas "liberales" como Tom Brokaw y Dan Rather -- son los tipos de personas que por años los nazis han odiado".
El Washington Post (26/10) publicó un artículo de primera plana reportando que "un funcionario del gobierno con conocimiento directo de la investigación dijo...que la totalidad de la evidencia sugiere que es improbable que las esporas fueron producidas originalmente en la antigua Unión Soviética o Irak. Es mucho más probable que el ántrax o fue robado de los militares de EEUU o suministrado por neonazis dentro del ejército. Muchos de los grupos fundamentalistas religiosos vinculados a los neonazis también estuvieron vinculados a ayudar a que Bush fuese electo Presidente.
Al ser tan obvia la conexión neonazi-ántrax, quizá el FBI arreste a algunos de ellos para mostrar que el gobierno "protege" al pueblo y calmar el pánico. Pero, mientras tanto el gobierno usará los ataques con ántrax que afectan y matan empleados del correo para imponer nuevas "leyes antiterroristas", oprimiendo aún más a los trabajadores de EEUU y para librar sus guerras imperialistas en ultramar.
"Según las Naciones Unidas, 500,000 iraquíes, en su mayoría niños, han muerto de enfermedades y desnutrición causadas por las sanciones estadounidenses. Miles de iraquíes más han muerto debido a cánceres vinculados al uso por EEUU de municiones con uranio empobrecido". (Eric Margolis, Toronto Sun, 24/100.
Mark Jones, de la fuerza conjunta de helicópteros, dijo que su familia estaba preocupada porque podría ser enviado a Afganistán. : Tengo que asegurarles que sólo estoy aquí (en Omán) para maniobras".
Sólo algunos oficiales dijeron que "estaban deseosos de cambiar los rigores de las maniobras...por una guerra en Afganistán".
La lucha en torno a la guerra y armas biológicas dominó la asamblea. Miembros y amigos del PLP se concentraron en forjar la lucha contra la guerra y el imperialismo. Se distribuyeron miles de volantes así como muchas copias del DESAFIO analizando la guerra contra Afganistán como una guerra imperialista por control del petróleo. Representantes del Consejo Gubernamental, que decide la política de APHA, introdujeron una resolución llamando a APHA a oponerse a "guerras motivadas por objetivos económicos, como es el dominio de regiones ricas en reservas petroleras (que) no representan los intereses de civiles o de soldados de los países concernientes".
Participamos en múltiples reuniones para hablar contra la guerra para discutir nuestra posición, y cabildeamos con 200 miembros del Consejo Gubernamental. Con algunas modificaciones amistosas, la resolución fue pasada por el Consejo Gubernamental y servirá para regir la política de APHA por el próximo año (y será permanente) si es ratificada en el Congreso del 2002. Esto fue un importante logro.
La gente que asistía a las vistas aplaudió la resolución y dieron las gracias a quienes la presentaban.
Pero la gran prueba será ganar a miles de trabajadores de salud pública y a otros a comprender cómo la guerra sirve los intereses de las petroleras y las necesidades del capitalismo en general, para controlar los recursos y mercados del mundo. Una pregunta que muchos nos hacían en el Congreso de APHA era ¿con qué se puede reemplazar este sistema? Esto conduce a buenas discusiones sobre la necesidad de luchar por un sistema basado en producción para necesidades de las masas trabajadoras, no para beneficios de unos pocos explotadores.
Aunque la lucha contra la guerra dominó nuestro trabajo no fue lo único que demandó nuestra atención. Debido a muchos años de recortes de servicios públicos bajo gobiernos demócratas y republicanos, los programas de salud pública han sufrido mucho por todo el país. Ahora, con las muertes causadas por el ántrax el gobierno federal se apropia de muchos millones para desarrollar vacunas y almacenar medicinas, desde luego favoreciendo los negocios de farmacéuticas como Bayer. Pero poco se hace a favor de los millares de jóvenes que sufren de HIV (el virus del SIDA), a favor de los niños que no son vacunados contra la viruela y por los ancianos que no pueden pagar por sus medicamentos recetados. El capitalismo gasta miles de millones en su maquinaria de guerra a costa de la salud pública de las masas trabajadoras.
Otra cosa fue la lucha contra el grupo CRACK, una organización privada que paga 200 dólares a mujeres que usan drogas para que se esterilicen o usen píldoras de control de la natalidad por mucho tiempo. CRACK mayormente busca esterilizar a mujeres negras. El año pasado, el APHA pasó una política interina rechazando la estrategia de CRACK, y miembros de APHA condenaron el racismo de ese grupo. CRACK amenazó con demandar a APHA por libelo. Cuando el comité de política de APHA quiso sacar la resolución de este año contra CRACK, los activistas se movilizaron para mantener la resolución viva entre los miembros de APHA. Además de combatir el CRACK se luchará para lograr el muy necesario tratamiento para drogadictos, especialmente las mujeres.
También hicimos campaña contra el exceso de medicamentos dados a niños, dándoles Ritalin y otras drogas sicológicas, señalando que problemas sociales contribuyen a la conducta de niños más que la biología,
Muchos están enfadados por el hecho de que APHA aceptó donaciones de la farmacéutica GlaxoSmithKline, uno de los principales manufactureros de drogas contra el SIDA pero que rehusa bajar sus precios en Africa.
Nuestro trabajo no es sólo seguir con todas esas luchas y campañas, sino que arreciar nuestro combate ideológico con nuestros amigos en torno a la necesidad de luchar por una sociedad que ponga fin a este infierno capitalista, una sociedad comunista. Como dijo una camarada: "No basta con oponerse a otra guerra si no apoyamos luchar por la revolución".
Luego de que fueron escoltados fuera del auditórium, Randi Weingarten, presidenta del UFT, dio a los delegados un airado sermón, diciendo que en una "asamblea democrática", los actos de "hostigamiento físico" en vez del uso de "palabras" eran equivalentes a "terrorismo". Mientras decía eso era abucheada. Muchos delegados están tan airados que se circula una carta de protesta exigiendo que Weingarten pida disculpas por la represión contra los disidentes.
El liderato del UFT se desenmascara como un enemigo de clase de los trabajadores que presuntamente sirve. En esa misma asamblea, el liderato presentó una resolución apoyando la guerra contra Afganistán, llamando a los maestros a entrenar sus alumnos para que sean ciudadanos patriotas. Muchos delegados se opusieron fuertemente a esta resolución. Por último, una militante del PLP dio un apasionado discurso vinculando la historia del imperialismo norteamericano con la guerra actual y llamando a los maestros a protestar contra la guerra como muchos lo hicieron durante la de Vietnam. Aunque por fin la resolución pro-guerra pasó, luego muchos delegados fueron a la camarada y la abrazaron y felicitaron por su discurso.
La base del sindicato puede y debe ser ganada a ver la verdad sobre su liderato. Weingarten y Cía. no sirven los intereses de los maestros o los estudiantes. No importa cual candidato a alcalde sea electo y decida dar a los maestros una fracción de un aumento salarial, la dirigencia del UFT apoya la maquinaria de guerra que enviará a nuestros estudiantes a morir y matar a otros trabajadores. Estos dirigentes sindicales son parte integra del sistema capitalista que los necesita para ayudarlos a maleducar a la clase trabajadora. El trabajo de los maestros comunistas y estudiantes es de destruir las ilusiones que muchos tienen en el sistema y reconocer la necesidad de hacer la revolución.
La mayoría de los miembros del Comité, creyendo que habría menos posibilidad de que la resolución fuese aprobada, no querían criticar a Feldman y no pensaban que la guerra era por petróleo o por ganancias petroleras. Otros arguyeron que sí era una guerra por petróleo, convenciendo a algunos e interesando a otros. En el piso de la asamblea de representantes del sindicato ocurrió un fuerte debate sobre la resolución. Casi fue aprobada, perdiendo por el estrecho margen de 79-70. Pero los muchos desacuerdos mostraron que el patriotismo y el apoyo a los bombardeos tenían mucho apoyo, y que cualquier resolución contra la guerra sería derrotada aunque no mencionase a Feldman. .
Más maestros leen el DESAFIO, que esclarece lo que hoy ocurre en el mundo. En una asamblea local se aprobó una moción para apoyar una manifestación contra la guerra el 27 de oct. En la marcha, muchos estudiantes de secundaria jugaron un importante rol con carteles que leían "Fin al terror por las ganancias de las petroleras" y "No a la guerra por el petróleo". Estos jóvenes estuvieron al frente de consignas contra la guerra petrolera.
En diferentes reuniones hemos buscado esclarecer lo ocurrido y discutimos cómo construir un movimiento a largo plazo contra la guerra. Una persona ha ido a la escuela con una cinta negra. Un ex estudiante y trabajador de una universidad dijo que en una vigilia se le negó una vela, haciéndolo sentir que no era bienvenido porque era un "simple trabajador" en vez de un estudiante universitario. Otros hablaron sobre los ataques que sufren inmigrantes árabes y musulmanes, y hasta mexicanos.
Analizamos cómo el gobierno de EEUU ha usado lo ocurrido el 11 de sept. para enviar tropas al Asia Central y luchar por el control del petróleo, e imponen leyes fascistas para reprimir a los trabajadores y estudiantes que se opongan en EEUU a los planes de guerra y represión doméstica. En una escuela mostramos la película "los Tres Reyes", que muestra claramente que la guerra contra Irak en el 1991 fue por control del petróleo, pero que a la vez dijo que EEUU debió haber derrocado a Hussein.
Aunque compartimos nuestro análisis con muchos amigos, también nos sentimos abrumados por las muchas banderas y el patrioterismo mostrado luego del 11 de sept. Eso nos muestra que hay que tomar más iniciativa para construir un amplio movimiento contra la guerra y luchar fuertemente con nuestros amigos y dentro de organizaciones de masas para que se comprenda que la guerra no es contra el terrorismo sino por las ganancias petroleras.
En una escuela, maestros recibieron permiso del Departamento de Estudios Sociales para invitar oradores y discutir la política exterior de EEUU en el Medio Oriente, lo que ocurre en Afganistán, la comisión Hart-Rudman que desde hace tiempo viene procurando la formación de una agencia de seguridad interna como la que Bush hoy ha formado. Además para discutir los ataques racistas que sufren inmigrantes en EEUU. También hicimos planes para producir una playera (camiseta) mostrando a soldados de EEUU izando una bomba de gasolina en vez de la bandera, y preparamos un afiche que leerá "No Guerra por Petróleo".
El domingo 7 de oct. cuando empezó el bombardeo de Afganistán estudiantes y maestros del PLP realizaban un pasadía, y allí logramos repartir los afiches para ser distribuidos en varias escuelas el día siguiente. El lunes 400 estudiantes se pegaron el afiche a sus ropas o mochilas diciendo "No a Guerra por Petróleo". En la mañana antes de la reunión de estudios sociales se distribuyeron 300 volantes contra la guerra petrolera. Hemos hecho mucha investigación sobre la conexión de las petroleras con la guerra, y hasta hemos escuchado que algunos maestros ahora se preguntan si en verdad esa es la razón por la guerra.
En una clase de estudios sociales, luego de que un orador discutió la conexión petrolera, un estudiante militante del PLP habló con gran elocuencia sobre cómo los hijos e hijas de la clase trabajadora, especialmente los negros y latinos, no son dueños de pozos petroleros ni de acciones en Exxon, etc., y por eso no tienen que ir a matar y morir para defender las ganancias de estos pulpos petroleros.
Presuntamente, panelistas izquierdistas renunciaron en repugnancia al ver esta lista. Joe Morton, profesor de Estudios sobre la Paz en la universidad Goucher, al principio fue omitido del panel, pero luego fue colocado, siendo el único sin inclinaciones pro-imperialistas.
Las declaraciones iniciales de todos los panelistas combinados duraron una hora. Todos, excepto Morton, rehusaron hablar sobre el terrorismo estatal de EEUU en el Medio Oriente. En vez, se concentraron totalmente en los "esenciales" de "seguridad de la patria" y dieron un análisis superficial del Talibán.
Esta agenda derechista afectó a Morton cuando le tocó hacer su presentación, porque iba "contra la corriente", luego de que todos los panelistas anteriores habían establecido un ambiente patriotero y pro-guerra. Pero cuando se hicieron preguntas desde el piso las cosas cambiaron.
El primer orador, quien se identificó inmediatamente como comunista del PLP, de una vez explicó el oscuro pasado de las intervenciones de EEUU en el Medio Oriente, como fue el golpe de estado que colocó al Sha de Irán en el poder a principios de la década del 1950. También trajo a colación la palabra "secreta", petróleo, que nadie había mencionado. La audiencia aplaudió al camarada. Por fin, el moderador del panel lo cortó y sentó mientras recibía aplausos más moderados. Esto obligó a todo el panel que bregase con las cuestiones que habían sido ignoradas. El debate cambió rápidamente hacia la izquierda.
El próximo orador agregó a este tema, mencionando el control de los recursos naturales, el apoyo que EEUU da a gobiernos fascistas y dictatoriales en el Medio Oriente--incluyendo a Israel--y el exterminio de un millón de personas en Irak, muchos de ellos niños, por las sanciones y bombardeos de EEUU desde la Tormenta del Desierto de 1991. Ambas continúan hoy. Este orador también fue cortado antes de poder terminar.
El tercer orador fue menos agresivo, pero para entonces no importaba. Era obvio para todos que el panel era incompetente, evitando la esencia de lo ocurrido luego del 11 de sept., y recalcando el "presente pero ignorando el pasado". Estos intentos de justificar lo injustificable hizo que la gente se riese del panel. Cuando el moderador preguntó a una de los representantes de la Voz de América (una inmigrante afgana) si todo lo que se decía sobre las atrocidades cometidas por EEUU internacionalmente era cierto, respondió calmadamente "creo que sí". Muchas preguntas luego de eso fueron hechas para intentar lograr la verdad de todo lo que ocurría.
El tema pro-capitalista que evitaba la verdad nunca pudo retornar. Cuando la multitud salía de la conferencia repartimos volantes del PLP. Muchos felicitaron al camarada del PLP por su valentía política, y por hacer que saliesen a relucir puntos de vista contrarios, y evitar que la verdad fuese ignorada. Todo esto augura muy bien para expandir el club del PLP en Baltimore.
Camarada Estudiantil
En nuestros lugares de trabajo la lucha sigue en otras formas. En una oficina, la meta es de colocar un cartel leyendo "Oponerte a todo el terror gubernamental, policíaco, religioso y étnico. Unamos a todos los pueblos del mundo". Esto se escribe encima de un mapamundi. Este cartel se convertiría en una alternativa al uso de la bandera patronal. En otro lugar de trabajo, los patrones municipales han atacado un delegado que circula un volante anti-imperialista del PLP. Hacemos planes para combatir este intento de silenciarnos.
Algunos compañeros de trabajo han argüido que el terrorismo debe ser combatido y que, por lo tanto, la guerra de Bush, debe ser respaldada. La dirigencia de la Local 371 arguye que resoluciones antiguerra son "prematuras".
Decimos que los trabajadores somos carne de cañón en una guerra entre grupos de patrones por el control de la riqueza petrolera del mundo, especialmente el petróleo. No debemos apoyar ningún bando capitalista sino que luchar por los intereses de nuestra clase trabajadora internacional.
A pesar de que no siguen bajo arresto domiciliario, los estibadores (cuatro de ellos negros y uno blanco) van a ir a juicio a mediados de noviembre. La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, ha amenazado con hacer una huelga mundial de un día cuando empiece el juicio.
Un orador del PLP dijo que el bombardeo de Afganistán no es una "guerra contra el terrorismo", sino que la primera fase de la guerra petrolera del siglo 21.
Un segundo orador relacionó esto al crecimiento de leyes fascistas en EEUU, incluyendo la "Ley de Nueva Jersey de Preparativos para Seguridad Doméstica", que establece una fuerza especial de nueve personas: el superintendente de la policía estatal, el procurador estatal, tres miembros nominados, por lo menos un experto en "bioterrorismo", etc. Estos serán la conexión que tendría el Estado de Nueva Jersey con el Consejo Federal de Seguridad de la Patria, con el poder de hacer relaciones sin que el público opine, obligar a cualquiera que no quiera declarar hacerlo por la ley, etc. Otras nuevas leyes amplían la definición de terrorismo y aumentan las penas obligatorias a 30 años de cárcel. Cualquiera puede ser acusada de terrorismo, incluyendo quienes se enfrentan a grupos racistas como los neonazis o el Ku Klux Klan.
Las presentaciones fueron seguidas por sendas discusiones abarcando todo, desde la posibilidad de la III Guerra Mundial a que el gobierno de EEUU tenía algo que ver con los ataques del 11 de sept.
Cuando se pregunto ¿qué podríamos hacer?, un trabajador señaló la crítica importancia de llevar el DESAFIO a más y más personas. Otros mencionaron la necesidad de crear más amistades en nuestros vecindarios y centros de trabajo para poder compartir más comunalmente con ellos y presentar mejor las ideas políticas.
La charla terminó con un llamado a unirse al PLP. Muchos se quedaron para disfrutar de una deliciosa comida preparada por el anfitrión y seguir platicando. Esta charla muestra que avanzamos y que muchos más empiezan a ver el peligro de la guerra y el fascismo.
Una discusión con un grupo de maestros en un área de descanso llevó a lo que llaman la "cultura de los árabes". Un maestro, inmigrante de Africa, dijo: "Sólo los árabes secuestran aviones. Eso es parte de su cultura". Le pregunté si hablaba de los "árabes por todo el mundo". Me respondió "sabes bien lo que quiero decir".
Otro maestro, un ministro cristiano, dijo que el terrorismo es algo que destaca a todos los seguidores del Islam. Le pregunté si el racismo es parte de todos los cristianos porque muchos cristianos creen en el racismo. No me respondió.
Luego otra maestra dijo que los árabes "odian la libertad". Le pregunté si quería decir que todos aquellos que huyen de la represión económica y física lo hacen porque odian la libertad. Fue increíble, pero dijo que "sí". En verdad, tenemos mucho trabajo que hacer para combatir todo ese veneno ideológico que mucha gente se ha tragado.
Les recordé a mis colegas que los maestros tenemos la responsabilidad de contrarrestar el racismo que los gobernantes de EEEUU disfrazan como patriotismo, y que nuestros estudiantes estarán en el frente de combate, sea en Afganistán o en cualquier otro país pobre oprimido. Debemos hablar a nuestros estudiantes sobre el racismo que enfrentan muchos de nuestros hermanos y hermanas de clase de origen árabe.
Otro maestro dijo que gran parte de la discusión le recordaba de cuando vivía en Georgia. Dijo que algunos maestros expresaban una mentalidad de turba de linchamiento. De nuevo, no hubo respuesta.
En mis clases, varios de los estudiantes dijeron que algunos muchachos en el vecindario planeaban atacar trabajadores árabes de una tienda del barrio. Cuando les pregunté cómo se sentían sobre eso, me dijeron que honestamente no sabían. Les dije que deben tener cuidado no dejarse arrastrar por todo esa propaganda que nos meten. Principalmente debemos evitar convertirnos en matones racistas para los patrones. Les recordé cómo los japoneses-americanos fueron metidos en campos de concentración luego del ataque contra Pearl Harbor, que debemos combatir el racismo en todas sus formas.
Un estudiante preguntó qué edad hay que tener antes de ser conscripto al ejército. "18 años" le dije, y luego le pregunté su edad. Calladamente me respondió "18, pero no voy al ejército". Esa manera de pensar se repetía por toda el aula.
Han pasado varias semanas desde que se realizaron esas discusiones, y las cosas se han esclarecido. En mis clases he presentado la idea de que EEUU no libra guerra "contra el terrorismo" sino que para controlar el petróleo del mundo. En una clase, saqué un globo terráqueo y mostré las áreas donde hoy se combate y sus relaciones con los pozos petroleros. Inmediatamente vieron cómo los países estaban conectados y que esto, en verdad, podría ser una guerra por el petróleo. Ni un solo estudiante estuvo en desacuerdo con la idea.
La mayoría de mis alumnos están cerca de la edad de 18 años. Les recordé que se les pediría ir a pelear en esta guerra a favor de los patrones, preguntándoles si estaban dispuestos a pelear por las compañías petroleras. Un estudiante respondió: "Si es así ¡No!" De nuevo, la mayoría de los estudiantes parecían estar de acuerdo.
Un Maestro de Nueva York
De nuevo, gracias por mostrarnos la ciudad y explicarnos la situación por la cual pasa la clase trabajadora de EEUU. En verdad fue bueno tener una visión más profunda de lo que ocurre. La descripción de sus amigos en Chicago del trabajo organizativo que han hecho fue muy importante para nosotros.
Se pueden imaginar lo anonadados que quedamos al ver cómo los terroristas masacraron a miles de personas en Nueva York y Washington. En nuestro periódico publicamos vuestro editorial donde se explica que "estos bombardeos no son parte de la lucha de la clase trabajadora internacional contra el capitalismo, sino que hacen daño a la lucha de clases..."
EEUU y la OTAN ya han comenzado a amenazar con bombardear otros países, como lo hicieron contra los Balcanes. Participamos en manifestaciones contra una nueva guerra. Mucha gente dice que Schröder (Canciller de Alemania) no habla a nombre del pueblo cuando apoya la política de EEUU. En las fábricas las cosas están muy politizadas, y la gente tiene muchas discusiones.
Nos hemos enterado de manifestaciones en EEUU, especialmente en las universidades. ¿Pueden enviarnos alguna información respecto a ello, lo más pronto posible?
Gracias y saludos.
Camaradas de Alemania.
"No", le dije, "eso fue lo que ocurrió en la Unión Soviética y China porque lo que practicaron fue el socialismo y no llegaron al comunismo". Le expliqué que el socialismo mantuvo demasiado vestigios del capitalismo, como el uso del dinero y la esclavitud salarial. Que el comunismo se basará en la producción para satisfacer las necesidades de los trabajadores y no las ganancias de un puñado de explotadores. Por ejemplo cuando alguien llegue a comer a una cocina común se servirá sin tomar en cuenta si puede pagar o no, si su trabajo fue más calificado o más simple, lo único que cuenta allí es que satisfaga su necesidad de comer. Y así en todas las demás necesidades. Concluí: "¡Así nunca volverán las malditas condiciones que hacen posible que unos pocos opriman a la gran mayoría, conduciendo más tarde a la opresión entre naciones y todo eso a las guerras mundiales y sociedades nazis!"
A esta compañera le gustó la idea, pero generalmente otros trabajadores al escuchar esto dicen que si todos van a recibir lo que necesitan entonces no habrá razón para trabajar más duro ni estudiar cosas complicadas, que así la sociedad perderá su progreso, que todos trataran de hacer el mínimo esfuerzo. Yo les pregunto ¿qué debe estimular a un Dr. a curar los enfermos? Pues su compasión por el enfermo, dicen, pero si además se le recompensa con un modo de vida superior a lo común entonces más gente querrá hacer el esfuerzo de ser médico. Yo les digo que así es como funciona el capitalismo, que eso ha corrompido la relación entre los humanos, que basta ver cuantos médicos estafan a sus pacientes, que la medicina moderna es de lo más lucrativo y de lo que más desconfían los trabajadores. Que lo que ocurre en la atención médica ocurre en todas las demás actividades bajo el capitalismo: ¡El capitalismo es un fraude!
Además, la realidad es que la gran mayoría de los trabajadores somos obligados a trabajar duro sabiendo que no tenemos esperanza de progresar con el salario que recibimos porque de no hacerlo seriamos desempleados, lo que significa hambrientos y sin hogar. Resulta que nuestro verdadero incentivo para trabajar bajo el capitalismo es el temor.
Muchos trabajadores reconocen que la gran mayoría de los trabajadores son forzados a trabajar, pero argumentan que de otro modo no trabajarían. Yo les digo que en la ex URRS la gran mayoría trabajaron gustosos logrando grandes hazañas productivas a pesar de que unos trabajadores recibieron más que otros pero el gobierno socialista repartía mucho de la producción en forma de beneficios sociales como atención medica, educación y otras cosas gratuitas. O sea que los trabajadores en cierta forma vieron que trabajando duro se beneficiaban socialmente. Precisamente cuando el estado socialista dejó de repartir beneficios fue que los trabajadores perdieron incentivos de trabajar, entonces esos estados ex socialistas tuvieron que usar la perestroica que en esencia es el trabajo forzado que usa Occidente.
Les pongo de ejemplo los experimentos comunales en la China durante la gran revolución cultural donde muchos trabajaron sin salarios y la producción se repartía de acuerdo al principio de la necesidad. Se trabajaba duro, se producía bien, pero lo principal era que la relación entre los productores en la comuna era como de hermanos, como una gran familia. El fuerte ayudando al débil, el capaz al menos capaz Eso es el comunismo, más que una sociedad de abundancia es una sociedad donde las relaciones entre los productores son en verdad relaciones humanas.
Algunos trabajadores finalmente objetan que los que actualmente sacan ventaja de la sociedad actual se opondrán, que eso significa guerra. Bueno les digo pero será la guerra más justa que se haya librado porque sentará las bases para una verdadera paz. De otro modo iremos de guerra en guerra cada vez más desastrosa. Luchar por el comunismo significa aplastar a los guerreadores y su sistema que inevitablemente conduce a las guerras. !Es hora de ingresar al partido!
Camarada del Valle de San Joaquín, Calif.
En el mundo todo está en constante movimiento, cambio y desarrollo. Y si la ley natural de este desarrollo es la muerte de lo viejo y el fortalecimiento de lo nuevo, entonces es evidente que no puede existir régimen social "inconmovible", ni pueden haber "principios eternos" de la propiedad privada y la explotación a los obreros, ni las "ideas eternas" del sometimiento de los trabajadores del campo a los ricos terratenientes, ni de los obreros de la industria urbana a los capitalistas. Esto quiere decir que el capitalismo, bajo el cual vivimos, puede ser sustituido por otro nuevo y mejor régimen, de la misma manera que un día éste sustituyó al régimen anterior, o sea el feudalismo.
Los capitalistas por su condición de clase explotadora hacen, y harán, lo imposible para mantener en la sociedad la idea de que el capitalismo es eterno, que no puede ser cambiado. Pero el capitalismo como los pasados regímenes ya ha llegado hasta donde tenía que llegar, y si bien ha traído prosperidad a la clase patronal, la clase trabajadora jamás ha vista la igualdad que siempre se le ha ofrecido.
Sin embargo, un gran por ciento de la clase trabajadora está atrapada en la red que el capitalismo le impone a través de su ideología burguesa y sigue con la esperanza de hacer realidad el sueño que jamás lograron los millones de obreros que han muerto, obreros de los campos agrícolas, de la industria urbana, y los millones que han muerto, y morirán, en las guerras imperialistas, mientras dure el capitalismo. Así pues, que el capitalismo como sistema social también tendrá que pasar a la historia, como pasaron otros sistemas anteriores, porque nada es eterno.
En Estados Unidos en particular, la clase patronal, por convenirle así a sus intereses, constantemente se presenta como "el buen samaritano", presentando una variedad de propuestas que al parecer ayudaran a los trabajadores. A los "indocumentados" por ejemplo, les ofrecen permisos para trabajar, amnistía, ciudadanía, plazos y más plazos para que arreglen sus documentos, también les ofrecen traerlos como "trabajadores huéspedes" (braceros esclavos). Sin embargo esas propuestas a los trabajadores les cuesta una fortuna, motivo por el cual infinidad de ellos ni siquiera intentan obtener esas "facilidades". Pero ¿qué hay detrás de todo eso?
Carlos Marx dijo que los obreros en cuestiones de política siempre somos víctimas necias de nuestros enemigos y que lo seguiremos siendo mientras no aprendamos a entender qué intereses se ocultan detrás de cada frase política, moral o religiosa. Porque el capitalismo no resolverá los problemas de la clase obrera, dado el caso que es un sistema basado nada menos que en la explotación a los trabajadores, de lo contrario no sería capitalismo. Y si éste es el caso, ¿cómo podemos creer que hará lo contrario a lo que es su forma de existencia? Así que mientras no aprendamos a entender que todos nuestros problemas se originan del capitalismo, siempre andaremos desorientados sin entender nada. En definitiva es el capitalismo el causante de todos los males en la sociedad; a menos que sea sustituido por el régimen comunista que es lo opuesto al capitalismo, es decir, cero explotación.
Campesino de California.
Por todo EEUU cientos de miles de trabajadores han sido despedidos en los últimos meses. Aquí en Los Angeles a los comedores populares no les alcanza la comida que da a empleados de hoteles sin empleos. Lo que hay que hacer es unificar a todos los trabajadores para luchar contra estos ataques por un sistema que tiene menos y menos que ofrecer para satisfacer las necesidades de los trabajadores, pero sí miles de millones para hacer guerra contra los trabajadores. Y en estos momentos, los vendeobreros del AFL-CIO propagan la mentira de que votando contra el ALCA se "protege empleos norteamericanos", en vez de fortalecer la conciencia de clase para que todos los trabajadores vean que los patrones son nuestros enemigos mortales. Ese es el trabajo de los vendeobreros, como agentes del capitalismo dentro de los trabajadores.
Una lectora