El Capitalismo Luego del 11 de Septiembre

Guerra Petrolera y Estado Policíaco Racista


Guerra Petrolera de EEUU por Dominio Global

Opresión de las Mujeres Desde Kabul a Washington, DC

El Racismo justifica las guerras imperialistas

Intervención de EEUU Crea Nuevas Bases Militares

El Imperialismo Hace que la Guerra Sea Inevitable

Aunque el Talibán y Osama bin Laden-Al Qaeda están en retirada, la guerra en Afganistán prosigue. El siguiente folleto, que también incluye artículos publicados en las ediciones del DESAFIO del 3, 17 y 31 de oct. Y 14 y 28 de nov. (que pueden ser leídos en esta misma página web), ofrece un análisis de qué hay detrás de esta guerra imperialista.

La edición impresa de este folleto se puede obtener en la primerá semana de diciembre, enviando un dólar para cubrir los gastos de correo, al PLP GPO Box 808, Brooklyn, NY 11202, USA. Los cheques o giros pueden ser hechos a nombre de Challenge Periodicals.

Guerra Petrolera de EEUU por Dominio Global

"La guerra es tan sólo un chantaje. En mi opinión, eso quiere decir que sólo un grupito sabe de qué se trata y es conducida para beneficio de unos pocos a costa de las masas."

—(Extractos de un discurso dado en 1933 por el Mayor General Smedley Butler, Infantería de Marina de EEUU)

Como estas paginas demostraran, los ataques terroristas que asesinaron a miles de trabajadores y otras personas en Nueva York, Washington y Pensilvania le han dado a la clase dominante de EEUU una excusa para lanzar su más reciente guerra por el dominio del mundo y para empezar a gobernar con mano de hierro en el frente domestico. El punto principal de su agenda es el control a punta de pistola de los abastecimientos petroleros del Medio Oriente y Asia Central.

El petróleo no solamente le es crucial a los patrones de EEUU porque ahora importa más de la mitad del crudo que consume su propia economía, sino también porque el petróleo es la sabia de toda economía capitalista y de su capacidad de poder emplazar un ejercito en el campo de batalla, además el capitalismo necesita de máximas ganancias. Esto significa que la habilidad del imperialismo estadounidense de retener su titulo de "superpotencia" depende en poder dictarle el abastecimiento, transporte y precio del crudo a los gobernantes de todos los demás países. Cada guerra en la cual EEUU ha estado involucrado desde 1991 refleja esta contradicción. Bush Padre masacró a cientos de miles de trabajadores iraquíes en 1991 para impedir que Saddam Hussein & Cía. desafiaran la supremacía de las compañías petroleras de EEUU en esa región. Buscando el mismo objetivo, las sanciones de EEUU impuesta a Irak desde ese entonces, han causado la muerte de un millón o más de iraquíes, en su mayoría niños.

Desde 1979 a 1989, las administraciones de Carter, Reagan y Bush Padre llevaron a cabo una guerra indirecta en contra de la invasión soviética de Afganistán, financiando un ejército de fundamentalistas islámicos, que más tarde pariera al mismo Taliban que Bush Hijo esta tratando de acabar. Osama bin Laden, el demonio de EEUU por el momento, funcionaba como un empleado contratado por la CIA durante toda la guerra.

En 1999, Clinton bombardeó por tres meses lo que era anteriormente Yugoslavia para impedir que las compañías rusas y alemanas construyeran oleoductos no controlados por empresas estadounidenses y británicas. El fin inmediato era la extracción y comercialización del petróleo de la región del Mar Caspio. La cuestión a largo plazo sigue siendo el control de todos los abastecimientos de petróleo y gas natural, tanto del Caspio como del Medio Oriente. La meta trazada por el imperialismo de EEUU es "dominio espectral completo", o sea total supremacía energética.

La GUERRA de Bush Hijo en Afganistán es otro paso ensangrentado hacia esa meta. La guerra fue planeada mucho antes de los acontecimientos del 11 de septiembre. Se puede ver que solamente la logística - de movilizar 80 mil militares, además de los abastecimientos, aviones, portaviones, barcos con mísiles dirigidos y barcos de guerra – requeriría meses de preparación.

Los patrones mismos delataron esto unos días antes del 11 de septiembre, cuando la Agencia de Información de Energía de EEUU publicó un reporte que empezaba: "La importancia de Afganistán, desde un punto de vista energético, yace en su posición geográfica como una potencial ruta para la exportación del petróleo y gas natural de Asia Central al Mar Arábigo. Este potencial incluye la posible construcción de oleoductos que conduzcan el petróleo y gas natural por Afganistán…".

Los horripilantes actos terroristas del 11 de septiembre le dieron a los gobernantes de EEUU la excusa para lanzar una guerra que de todas maneras ya habían planeado. Como Bush y sus asesores repetidamente han advertido, el fin de esta guerra no está a la vista. Es mucho más que Afganistán lo que está en juego. El imperialismo de EEUU necesita apropiarse de las enormes ganancias que puedan provenir del abastecimiento a los mercados energéticos del sudeste asiático que en las próximas dos décadas, más o menos, se anticipa crecerán tremendamente. El plan estratégico más grande que contempla EEUU es nada menos el control de toda la masa terrestre de Eurasia y las vías marinas que le sirven.

Esta meta fue más claramente explicada por Zbigniew Brzezinski, el ex-Asesor de Seguridad Nacional del ex-Presidente Carter, en un libro que publicó en 1997 titulado La Gran Tabla de Ajedrez: "Para Norteamérica, el principal premio geopolítico es Eurasia… es … la tabla de ajedrez sobre la cual se sigue jugando la lucha por la supremacía global" (pág. 31). Sus "enseñanzas" parecen servir como el croquis para la estrategia y tácticas estadounidenses en este periodo.

Los patrones han de camuflar sus planes imperialistas como una cruzada contra el "terrorismo global". Están usando los ataques del 11 de septiembre como una excusa para moverse rápidamente hacia la consolidación de un estado policiaco en el frente casero, el cual están disfrazando como una operación para "Defender la Patria".

Como los artículos en este folleto muestran, esto también ya había sido planificado mucho antes del 11 de septiembre, por una comisión nombrada por Clinton, de importantes Demócratas y Republicanos, – la comisión Hart-Rudman – la cual admitió en su reporte que solamente una catastrófica perdida de vidas en suelo estadounidense podría servir para "galvanizar" a la población para el esfuerzo bélico que se necesitaba.

Independientemente de quienes financiaron y ayudaron a los atacantes del 11 de septiembre, los ataques mismos ayudan directamente los planes de los grandes patrones. Lo mismo es cierto en el caso de los persistentes ataques de ántrax, los cuales parecen ser perpetrados por estadounidenses, lo más probable por grupos neo-nazis dentro de EEUU.

Estos ataques de ántrax le dan a los patrones mas excusas para pasar leyes que extienden el control de su aparato estatal sobre todos los aspectos de la vida. En nombre de "protegernos", se están preparando para encarcelar a las personas que se rebelen contra su política, abrir nuestra correspondencia, intervenir nuestros teléfonos, espiar nuestro uso del Internet, restringir nuestro derecho de viajar y despiadadamente reprimir la lucha de clases contra ellos. Como de costumbre, el racismo, en la forma de usar a los trabajadores árabes y musulmanes como chivos expiatorios, le da a este ataque el filo de bayoneta.

La "Guerra contra el terror" es de hecho un plan – que va conjuntamente con el plan para la guerra imperialista – para lanzar un reinado de terror contra la clase trabajadora estadounidense y, eventualmente, contra aquellos que organizarían para alzarse y derrocar este podrido sistema. Por lo tanto nuestro Partido más temprano que tarde se convertirá en uno de los blancos principales de los gobernantes.

Temporalmente los patrones se han ganado a una gran cantidad de trabajadores a respaldarlos. No debemos de subestimar la ventaja que gozan. Pero la fuerza de los imperialistas es solamente un lado de la realidad. También contiene la semilla de lo opuesto. Los gobernantes de EEUU son los carniceros más grandes de la historia. Su terrorismo en contra de los trabajadores del mundo les a granjeado el odio masivo de cientos de millones en cada rincón del mundo. En estos momentos, este odio está más claramente expresado en las formas auto derrotistas del nacionalismo y la religión. Pero los trabajadores pueden finalmente ser ganados a desechar estos errores mortales.

Los gobernantes también se están dando cuenta que es más fácil bombardear y matar desde el relativo confort del aire que conquistar y mantener territorio hostil. Su guerra en Afganistán no esta avanzando brillantemente, y sus planes inmediatos de invadir la mayor parte la Asia Central ex-soviética y mantener bases allí seguramente se encontraran con iguales dificultades.

Su imperio petrolero del Medio Oriente esta sobre terreno muy inseguro. Ya perdieron a Irán. El premio más grande – Arabia Saudita – es potencialmente un polvorín, ya que la corrupta y asesina Casa Saudí enfrenta serias amenazas internas de patrones rivales que están hartos de ver que Exxon Mobil y otras petroleras extrajeras se llevan la tajada más grande de las ganancias de los energéticos sauditas.

Una invasión estadounidense de los pozos petroleros sauditas se alza como una posibilidad muy real, sin ninguna garantía de que sea victoriosa. A pesar del gran "éxito"del imperialismo de EEUU en asesinar trabajadores y niños iraquíes, Saddam Hussein continua en el poder y haciendo tratos petroleros con los competidores de Exxon Mobil, las petroleras rusas y francesas.

La llamada "coalición" de la cual Bush alardea es una farsa. El único aliado que es un poco confiable es Gran Bretaña, y aun los patrones británicos no son totalmente confiables, porque las petroleras británicas tienen intereses que a veces chocan con los de las gigantescas estadounidenses. La única coalición real en esta guerra es la creciente unidad táctica de los imperialistas que quieren impedirle a EEUU extender su actual guerra a Irak.

Los patrones de EEUU continúan peleándose entre sí. La pelea esta atizada por intereses partidarios que no son fáciles de resolver. Mientras la economía se hunde más en la recesión, los gobernantes están alegando acremente como tratar con el declive. No se pueden poner de acuerdo en si usar los ataques de ántrax como excusa para atacar a Irak, y esa disputa también refleja intereses partidarios. La clase dominante no ha logrado todavía unificar completamente sus filas alrededor de sus planes para un estado policial. Eventualmente lo va a lograr, probablemente después de una aguda, potencialmente violenta lucha interna.

Pero la necesidad de un estado policial refleja una debilidad política profunda: finalmente, el estado capitalista tiene que recurrir al terror.

En otras palabras el imperialismo estadounidense tiene muchas armas a su disposición y puede, por el futuro inmediato, continuar infligiendo horrible daño a la clase trabajadora internacional.

Pero también puede ser derrotada. Nuestro trabajo como Partido revolucionario comunista es asegurar esta derrota reclutando al PLP a trabajadores y a otros sectores sociales y convirtiéndonos en una fuerza que tendrá que ser tomada en cuenta. Esta meta es tan necesaria como posible. Tomará mucho tiempo. No debemos permitir nunca que nosotros o nuestra clase se desanime por la magnitud de la tarea ante nosotros, por los obstáculos que enfrentamos, por nuestra actual debilidad relativa, o por lo criminal que es nuestro enemigo de clase.

Podemos sacar valor de la historia de los grandes revolucionarios que nos precedieron. Podemos aprender del valiente Ejercito Rojo Soviético, que aniquilo las bestias nazis de Hitler. Podemos absorber las muchas lecciones vitales del heroísmo ejemplar de los comunitas chinos durante la Segunda Guerra Mundial, que convirtieron una retirada estratégica en una ola incontenible que aplasto tanto al imperialismo japonés como a los fascistas apoyados por EEUU. Podemos sacar inspiración de los empobrecidos trabajadores y campesinos vietnamitas que no hace mucho pulverizaron al poderoso ejército de EEUU.

Todos estos magníficos ejemplos revolucionarios fueron derrotados, no porque el enemigo externo fuera demasiado poderoso, sino más bien por las mismas debilidades internas del viejo movimiento comunista. En vez de ganarse a los trabajadores a luchar por el comunismo, los lideres de este movimiento no confiaron que los trabajadores pelearían por esa meta y los ganaron a luchar por el socialismo, una trampa de valores y política capitalistas.

No tenemos porque repetir este fatal error. El PLP y la clase trabajadora podemos fortalecer nuestro espíritu con los inspirante ejemplos que nos legaron nuestros antecesores y al mismo tiempo ganarnos a los trabajadores a ver que el comunismo es la única meta que merece pelear, morir y vivir por ella.

Al desarrollarse esta guerra petrolera, muchas otras contradicciones se van a agudizar. Eventualmente el imperialismo estadounidense tendrá que enfrentarse a sus más grandes rivales para disputarse la supremacía mundial. No podemos predecir cuándo, pero la guerra entre EEUU por un lado y China, Rusia y virtualmente los otros imperialistas en el otro lado, eventualmente va a explotar.

¿Qué es lo que va a resultar de esto? Solamente dos soluciones son posibles: un nuevo orden mundial imperialista con más guerras, terror y muerte para nosotros, o un mundo organizado sobre las bases de luchar para destruir el sistema de ganancias. El camino que tenemos adelante nos obliga a tomar esta decisión. Nuestro Partido debe de aprender a ayudarle a los trabajadores a ver que nuestra clase en realidad no tiene otra alternativa que luchar por el comunismo, no importa cuanto tiempo nos tome.

Opresión de las Mujeres Desde Kabul a Washington, DC

El discurso de Laura Bush del 17 de nov. muestra la hipocresía de los capitalistas ya que cuando se trata de oprimir mujeres, los gobernantes de EEUU son campeones locales e internacionales. Los recortes masivos en servicios médicos, asistencia social, educación, etc. en los pasados 20 años de gobiernos de Reagan-Papá Bush Clinton-Bush hijo han empobrecido aún más a millones de mujeres en EEUU, especialmente negras y latinas. Los continuos bombardeos y el embargo contra Irak han causado cientos de miles de muertes, especialmente entre los niños de madres de origen obrero. Y en el mismo Afganistán, la Alianza Norteña (los aliados de EEUU) no son diferentes al Talebán, tratando a las mujeres como subhumanos.

• "Las mujeres podrían recordar hace 20 años, cuando EEUU suplía armamentos" (New York Times, 19 nov.) a los "guerreros santos" que hoy son los matones de la Alianza Norteña (AN). Cuando esos guerreros tomaron el poder, se enfrentaron entre sí matando a decenas de miles en guerras por control de territorios. Eso hizo que los aliados norteamericanos en los gobiernos de Pakistán y Arabia Saudí creasen el Talebán para derrotar a los señores de la guerra de lo que hoy es la AN. Por muchos años, EEUU no veía nada malo en el mismo Talebán que hoy consideran "peor que Hitler".

Según un nuevo libro escrito en Francia por Jean Charles Brisard and Guillaume Dasquie (bin Laden: la Verdad Prohibida), la Casa Blanca comenzó a negociar con el Talebán desde enero del 2001, ofreciéndole reconocimiento político y ayuda económica a cambio de la entrega de bin Laden. La última reunión fue cinco semanas antes del 11 de septiembre.

El libro dice que hasta entonces, el gobierno de EEUU veía al Talebán como una "fuente de estabilidad en el Asia Central, que facilitaría la construcción de un oleoducto a través del Asia Central", desde los ricos pozos petroleros de Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajstán a través de Afganistán y Pakistán hasta Océano Indico. Entonces, el gobierno de EEUU no se preocupaba por la esclavitud de las mujeres afganas. (Algo interesante es que el Talebán había empleado a una mujer para que hiciese relaciones públicas en Washington a su favor. Esta mujer se llama Laila Helms, sobrina de Richard Helms, el fallecido director de la CIA durante el gobierno de Reagan-Bush).

Los "liberadores" de Bush en la Alianza Norteña son los mismos "guerreros santos" que tomaron a Kabul en 1992—con el apoyo de EEUU—y procedieron a crear las primeras leyes limitando los derechos de las mujeres según la revista Counterpunch, 16 nov. En los cuatro años que tuvieron el poder masacraron 50,000 en sus guerras entre ellos por cuotas de poder. Hoy, esos matones de la AN controlan el 80% del negocio de heroína de Afganistán. Esos mismos matones combatieron el ejército soviético y el gobierno afgano en la década del 1980 en base a "su odio de los soviéticos y sus aliados, que construyeron escuelas para educar a mujeres" dice el diario NY Times, 19 nov.

Estos matones de la AN son tan odiados que la Asociación Revolucionaria de Mujeres Afganas dice que "miles de personas huyeron de Kabul en los pasados dos meses no sólo temiendo a los bombardeos norteamericanos sino que la llegada al poder de la AN" (Counterpunch, 19/11). El novelista John Ringo escribió en el diario New York Post 20/11: "Hay suficientes mujeres del grupo étnico pashtún que quisieran tener en sus manos por un rato a un soldado (de la AN)... han estado afilando sus cuchillos por 10 años... es mejor (para estas mujeres) cubrirse todo el cuerpo con el burka (vestimenta) que ser violada y asesinada".

El Talebán, la Alianza Norteña, los imperialistas de EEUU—todos son venenos para las mujeres y todos los trabajadores.

El Racismo justifica las guerras imperialistas

Tras todos los ataques del capitalismo contra los trabajadores se halla el RACISMO. Los patrones usan el racismo para convencer a los trabajadores de que las muertes y superexplotación de trabajadores extranjeros son aceptables. La clase capitalista necesita el racismo para presentar a todos los árabes como "terroristas", para que los soldados estén más dispuestos a matar y morir en guerras norteamericanas por el petróleo.

El racismo fue esencial para los ataques contra el sistema de asistencia social (welfare) y seguro social de EEUU. Los trabajadores negros y latinos son los primeros en ser despedidos en la desacelerada economía de EEUU. La prensa patronal promueve y practica la ideología racista, con la ayuda del sistema educativo público y universitario. Todos propagan la idea de que el capitalismo y el imperialismo son los mejores de todos los sistemas. Su ideología racista nos dice:

• Que los trabajadores negros, latinos e inmigrantes son "inferiores, y por lo tanto, "se merecen"salarios más bajos y peores condiciones en general—y de todo eso los patrones extraen US$250,000 millones en ganancias anuales extras, y esa es la razón principal por la cual propagan el racismo.

• Que la inteligencia, la violencia, el sexismo, el desempleo y el patriotismo están, todos, en los "genes".

• Que la gente en EEUU es "civilizada" pero la del Medio Oriente es "bárbara".

• Que todos los encarcelados en el racista sistema de prisiones son "genéticamente inferiores" o "desviados".%%Encima de todo esto, los gobernantes racistas luego voltean todo eso y por medio del desempleo masivo, empleos con salarios a niveles de pobreza y escuelas inferiores presionan a los jóvenes negros y latinos para que se metan al ejército y maten otros hijos de trabajadores en ultramar en guerras petroleras en base al mismo racismo que los super explota.

El racismo en los lugares de trabajo, en las escuelas, y universidades, así como la guerra imperialista, son todas parte de los ataques capitalistas contra los trabajadores del mundo. El sistema capitalista produce el racismo y lo necesita. De la única manera que se puede terminar el racismo y las guerras que las justifica, es deshaciéndonos del racista sistema de ganancias. La solución yace en construir un Partido Laboral Progresista comunista masivo para tumbar las relaciones capitalistas y crear una sociedad comunista basada en producción para satisfacer las necesidades de la clase trabajadora del mundo, en vez de las ganancias de unos pocos capitalistas guerreristas.

Intervención de EEUU Crea Nuevas Bases Militares

Cada gran intervención norteamericana ha dejado detrás una hilera de nuevas bases militares en una región donde EEUU en el pasado no la tenía. La Guerra del Golfo dejó grandes bases en Arabia Saudí y tres más en otros Estados del Golfo-esa es la principal querella de bin Laden y otros capitalistas locales anti-EEUU que dio leña a los ataques del 11 de sept. Las intervenciones militares en la antigua Yugoslavia produjo bases norteamericanas en cuatro países, incluyendo el gran complejo de Camp Bondsteel en Kosovo. ¿Fueron construidas esas bases sólo para ayudar a las intervenciones, o se hicieron las intervenciones parcialmente para ayudar a estacionar las bases? (Counterpunch, 16 de nov.).

El Imperialismo Hace que la Guerra Sea Inevitable

El sistema de ganancias hace que grupos de capitalistas defiendan o capturen de otros capitalistas los recursos, mercados y la superexplotación de trabajadores. Eso a la larga los hace ir a la guerra. Para competir exitosamente, cada capitalista debe luchar por el máximo de ganancias y controlar a sus rivales capitalistas.

Para mantener su status de superpotencia, la clase gobernante de EEUU lucha por controlar el recurso más importante del mundo, el petróleo—y su suministro y transporte vía oleoductos y rutas marítimas. Los principales rivales imperialistas de EEUU—Rusia, China, la Unión Europea y Japón—dependen de este petróleo o quieren controlarlo, ya que representa la línea sanguínea de las industrias y ejércitos del capitalismo moderno.

Es por eso que los capitalistas derramarán hasta la última gota de sangre de los trabajadores para controlar y obtener ese crudo. Esa es la lógica del asesino sistema de explotación por ganancias.El capitalismo creó el nacionalismo y su globalización no es más que imperialismo.

La guerra en Afganistán es parte de los preparativos para otra guerra mundial. Cada clase gobernante lucha por sus propios intereses e intenta ganar a trabajadores a identificarse con esos intereses, bajo el nombre del "patriotismo" o "interés nacional".

Estas brutales guerras por ganancias no pueden ser terminadas reemplazando un politiquero por otro o esperando políticas "más ilustradas" de gobiernos controlados por los mismos burgueses dueños de todas las fábricas, minas, granja, medios de comunicación y recursos de la sociedad. El imperialismo, la etapa superior del capitalismo, siempre conducirá a guerra.

Los comunistas organizan a obreros y soldados para convertir las guerras imperialistas en luchas revolucionarias para destruir el capitalismo.. Los trabajadores del mundo necesitan el comunismo, bajo el cual organizaremos la producción y tecnología para satisfacer las necesidades de la clase trabajadora internacional.